La escritora española Ángela Vallvey reivindica el feminismo con su último libro, "Cuentos clásicos feministas", una "reescritura" de once de los títulos más conocidos de la literatura clásica infantil como "La Sirenita", reconvertida en "La Sirenita y el problema del cuerpo de la mujer".

"A la mujer se la libera haciéndola dueña de su destino", aseguró en una entrevista Vallvey. 

La escritora se declaró entusiasta de los cuentos clásicos por lo que ha actualizado estas historias ahondando en la "parte feminista" que todos tienen.

"Tienen ese feminismo de tratar de enseñarles a las mujeres, las niñas, los padres y los educadores cómo sobrevivir en un mundo muy duro", apunta la escritora.

Vallvey reescribe estos cuentos sin que el "amor romántico y acaramelado" trastorne a los personajes, "sino que las protagonistas se convierten en heroínas que descubren el peligro del desamor, del abuso y el desengaño".

Así, "Caperucita Roja"  se convierte en "Caperucita Tall (o sea: alta)", una adolescente pegada a la pantalla del ordenador que, en el bosque no se tropieza con lobos, sino con un hombre de dudosas intenciones.

Los "monstruos" que acechan a las niñas y jóvenes en estas historias "no han sido embellecidos y convertidos en monigotes simpáticos, sino que enseñan los dientes y dan miedo de verdad, y son reales, o sea, humanos", dice Vallvey.

"Pulgarcita y las ganas de soñar", "La Patita Fea es una chica especial", "La Reina de las Nieves y el cambio climático" o "Cenicienta y el reality show" son otras de las historias reinterpretadas por Vallvey.

"Todo el afán de los cuentos es el de transmitir conocimientos míticos a los niños y las niñas, y claro, en aquellas épocas, el matrimonio era como una forma de decirle a la mujer 'estás a salvo, porque hay un hombre que te va a salvar", apunta la escritora, a quien se le ocurrió actualizar estas historias en los años 90, indagando en estudios de género.

"La mujer objeto se ha visto sobrepasada por la historia y las mujeres hemos dejado de ser objetos para ser sujetos. Al ser antes un objeto y ahora convertirnos en un sujeto, varían los términos de la oración y de la historia", agregó.

También da la vuelta a "La Sirenita", que a su juicio es una "metáfora de la mutilación femenina basada en agradar románticamente a un hombre; el amor te hace atentar contra tu propio cuerpo", sentencia Vallvey sobre esta historia en la que el "paisaje de fondo" lo completa un mensaje ecologista.

Disney, por ejemplo, "embellece muchos cuentos, los adapta a un gusto que es el del siglo XX en el que procuramos que los niños no vean la parte más feroz de esas historias, porque nos da miedo que les dé miedo. Creando niños que no tienen miedo también los convertimos en ignorantes de los peligros", concluye la escritora. 

Con información de EFE