Una nueva investigación encontró que los hogares en los que vivimos y los alimentos que consumimos podrían contener las sustancias causantes en los cada vez más alarmantes problemas de fertilidad en los hombres, pero esta vez se encontró que no sólo afecta a la raza humana sino que los perros también están presentando el problema.
El equipo a cargo del estudio se mostró preocupado por la caída “impactante” en la fertilidad masculina humana pues otros documentos indican que solo en los últimos 80 años, ha habido una reducción global del 50 por ciento en la calidad del esperma aunque nadie ha logrado encontrar las razones definitivas de que esto suceda.
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Así, en 2016 un equipo de la Universidad de Nottingham descubrió que la calidad del esperma también se había desplomado en los perros domésticos a lo largo de varias décadas. Esto hizo que el equipo se preguntara si había algo en el entorno compartido de los perros y estuviera detrás de este problema.
Y sí, la investigación encontró que dos productos químicos que se encuentran comúnmente en hogares y alimentos, podrían tener los mismos efectos negativos tanto en el fertilidad de un hombre como en la de un perro.
Foto: Marvin Meyer / Unsplash
Usando muestras de esperma de 11 hombres y 9 perros en la misma región, los investigadores probaron los efectos de dos químicos hechos por el humano. Uno fue el DEHP, que se encuentra comúnmente en alfombras, pisos, ropa y juguetes, y que fácilmente puede llegar a nuestros alimentos. El otro es el bifenilo policlorado 153 (PB153), que pertenece a un grupo de productos químicos industriales encontrados como contaminantes orgánicos persistentes en los años sesenta y setenta.
Usando las muestras de esperma y estos dos productos químicos en niveles de concentración que se encuentran comúnmente en nuestros ambientes actuales, los investigadores llevaron a cabo experimentos idénticos para los hombres y los perros. En ambos sujetos y con ambos productos químicos, el efecto se redujo la motilidad del esperma y aumentó la fragmentación del ADN.
En un contexto en que la fertilidad humana parece estar convirtiéndose en un problema, saber que los perros que viven con nosotros están teniendo los mismos problemas, resulta alentador pues estudiarlos a la par que a los hombres puede ayudar a llegar a conclusiones y soluciones de forma más efectiva.
Con información de Science Alert.