Por lo general todo el mundo está enterado de los beneficios que implica una dieta rica en frutas y verduras, pero pocos son conscientes de que muchas partes que desechamos de estas son de hecho mucho más benéficas.
Si aprovecharamos en su totalidad los vegetales, lograríamos acceder a más nutrientes. A continuación algunas de esos "elementos" que solemos desechar cuando comemos frutas y verduras:
1. Cáscara de manzana. La quercetina es un antioxidante contenido en la cáscara de esta deliciosa fruta; ayuda a mantener saludables los pulmones y el cerebro. De hecho, esta parte de la manzana contiene más fibra y vitaminas que el interior.
2. Tallos de acelga. La Biblioteca Nacional de Medicina de EU publicó un estudio que indica que los tallos de acelga contienen elevados niveles de glutamina, aminoácido fundamental en la curación del cuerpo y los procesos de reparación, como las heridas y demás lesiones internas. La acelga se puede encontrar en muchas ensaladas y algunas sopas, si puedes, pídelas con todo y tallo.
3. Cáscara de naranja. Un químico presente en la cáscara de naranja y otros cítricos, ayuda a reducir el colesterol, según una investigación de la American Chemical Society. La piel de las naranjas contiene flavonas polimetoxilatados que nos protegen de enfermedades cardíacas y de inflamación. Para no tener que masticar la cáscara de naranja como tal, rayala y agrega en algún platillo o bebida.
4. Hojas y tallo de betabel. Las hojas y el tallo de betabel son una importante fuente de fibra, calcio y hierro, además de contener vitaminas A y K, según
5. Cáscara de sandia. Muchos no saben que la cáscara de sandia que no se comen contiene el aminoácido L- citrulina, que mejora el rendimiento deportivo y alivia el dolor muscular. Así mismo, esta gruesa cáscara contiene citrulina, que sirve para eliminar el nitrógeno de la sangre.
6. Hojas de rábano. Al igual que las del betabel, las hojas de los ricos y un poco picosos rábanos, tienen un alto contenido de vitaminas A y K, pero además son una excelente fuente de fibra, hierro, potasio y otros nutrientes.
7. Cáscara de papa. La Academia de Nutrición y Dietética de EU, advierte que la cáscara de papa contiene elevados niveles de vitaminas del complejo B, vitamina C, hierro, calcio y potasio, entre otros. Eso sí, no te comas la cáscara de papa cruda, sólo cuando hagas papas fritas o alguna sopa que las contenga, no les quites toda la cáscara.
8. Pepitas de calabaza. Debes saber que con la mitad de una taza de pepitas de calabaza cubres la ingesta diaria de magnesio. Al comerlas, reducirás el riesgo de padecer problemas de corazón, osteoporosis y hasta evitaras los dolores de cabeza. Pero también te llenarás de hierro, proteínas y fitoesteroles, que ayudan a reducir el "colesterol malo".
Ahora ya lo saben, como les dice su mamá "¡Cómanse todo!".
Con información de BioBioChile