Un estudio ha revelado que los fuegos artificiales liberan metales tóxicos para la salud del ser humano y de los animales. En su fabricación se emplean metales como plomo, cobre y demás toxinas para dar esos colores brillantes que iluminan el cielo nocturno.
La investigación de la Escuela de Medicina de Grossman de la Universidad de Nueva York fue publicada en la revista Particle and Fiber Toxicology. Esta revela que estos metales tóxicos causan problemas para los pulmones de humanos y animales.
Dicho estudio revela los daños causados por el plomo en dos de los 12 tipos de fuegos artificiales disponibles en el mercado de Estados Unidos.
Además, los experimentos en roedores y tejido confirmaron que la exposición pulmonar a las emisiones de partículas de cinco tipos de fuegos artificiales aumentó en gran tamaño la oxidación que puede dañar las células si no se controla de manera adecuada.
“Nuestros resultados sugieren que la inhalación del humo de los fuegos artificiales puede causar daños a largo plazo, un riesgo que se ha ignorado en gran medida”
Terry Gordon. NYU
Por otro lado también se analizaron 14 años de muestras de calidad del aire tomadas en varios sitios de Estados Unidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) y se confirmó que los niveles de metales en aire son cada vez más grandes acercándose el Día de la Independencia, es decir el 4 de julio y en las celebraciones de Nochevieja.
Plomo, titanio, estroncio y cobre son los metales que más se encuentran en estos productos que, aunque se está expuesto por un corto periodo, son más tóxicos que los contaminantes habituales en el aire.
Esto porque al estar estos metales expuestos a altos niveles de temperaturas para que, al estallarlos fuegos artificiales cause una reacción química y provoque los colores tan característicos.