Un juez de Estados Unidos determinó que 21 grafiteros que exhibían su trabajo en el edificio 5Pointz, de Nueva York, debían ser indemnizados por el dueño del complejo, que decidió derribar el inmueble.
El mural con la obra, ubicado cerca del puente entre Manhattan y Queens, en Long Island, fue derribado hace 5 años para dar lugar a un complejo de apartamentos. Con ello se perdieron 2 décadas de grafiti, con el consentimiento del propio dueño, Jerry Wolkoff.
El juicio, que duró 3 semanas y concluyó el pasado noviembre, concluyó con el pago de 6.7 millones de dólares a los 21 artistas callejeros que plasmaron su firma en el inmueble.
Para demandar y pedir el pago por daños, los artistas se basaron en la Ley de Derechos de los Artistas Visuales de 1990, que estipulaba prevenir la destrucción de cualquier trabajo de amplio reconocimiento público. El grafiti que tapizaba el edifico podía verse desde la línea 7 del metro.
Wolkoff justificó la decisión de edificar el complejo de apartamentos -que culminó en 2015- asegurando que los propios artistas sabían que la exposición callejera, que logró acumular 11 mil graffits, no era permanente.
Sin embargo, la decisión del juez también promueve la defensa del arte callejero y urbano dentro de la legislación federal.
Con información de El País