Siria se ha visto sumergida en una ola de guerra y violencia en los últimos 10 años, la cual ha dejado no solo pérdidas humanas sino también en su pasado histórico y arqueológico con la destrucción de monumentos históricos e importantes edificios arquitectónicos para la historia cultural humana.
En el pasado, Siria era uno de los países predilectos por los arqueólogos gracias a que las ruinas de sus civilizaciones antiguas eran de las mejor conservadas pero, todo cambió tras estallar la guerra en 2011, una que probablemente sea la peor hasta el momento del siglo XXI.
En los últimos años, la destrucción del patrimonio de Siria se ha visto reflejado en el daño en sus sitios arqueológicos, el saqueo de sus museos y en sus centros urbanos arrasados por una guerra que parece no tener fin.
La destrucción de Palmira, una de las ciudades antiguas
Khalil-al Hariri, uno de los encargados del museo de Palmira en Siria, asegura que uno de los días mas difíciles de su vida fue cuando la guerra explotó y Siria quedó a manos del Estado Islámico, por lo que él y su grupo tuvieron que llevarse los artefactos que más pudieran a un lugar seguro.
“El día mas difícil de mi vida fue el día en que regresé a Palmira y vi las antigüedades rotas y el museo en ruinas. Rompieron y destrozaron todos los rostros de las estatuas que quedaron en el museo y no pudimos salvar. Algunas pueden restaurarse, pero otros se han derrumbado por completo”
Khalil-al Hariri, encargado del museo de Palmira
Palmira es una de las ciudades antiguas más majestuosa con una impresionante arquitectura y cuya influencia alcanzó su máximo esplendor a finales del imperio romano, misma que estuvo gobernada por la reina Zenobia en el siglo III.
Uno de los sitios mas destacados de Siria en efecto, es la imponente columna de un kilómetro que logró destacarse a nivel mundial pero, tras la posesión de los yihadistas del Estado Islámico (EI) con la intensión de expandir el “califato”, se convirtió en un lugar de ejecuciones públicas y crímenes que sirvieron como propaganda al EI.
Destrucción total de la cultura en Siria
Los yihadistas también volaron el famoso santuario de Baal Shamin en Palmira, destruyeron el Templo del Bel, el Arco del Triunfo y saquearon lo más que pudieron del museo, desfigurando estatuas y profanando sarcófagos en Siria.
Tal ola de destrucción cultural de la denominada ‘Venecia de las Arenas’, fue comparada con la destrucción de los Budas de Bamiyán por los talibanes afganos en 2001 y, cuando las fuerzas del gobierno logaron tomar control en 2017, los daños eran irreparables.
Siria cuenta con siete sitios en la lista de patrimonios culturales de la UNESCO y todos ellos han sufrido daño o destrucción a consecuencia de la guerra, siendo las ciudades de Palmira, Alepo, Damasco y Bora de las más afectadas.
“Todos debemos preocuparnos por la destrucción del patrimonio de Siria porque, además de ser sirios y árabes, estos sitios, ciudades y monumentos antiguos forman parte de nuestro patrimonio cultural común”
Justin Marozzi, autor e historiador