El home office o trabajo a distancia se popularizó en 2020 debido a la pandemia de Covid-19. Al principio, a muchos empleados les costó acostumbrarse y clamaban por el pronto regreso a sus oficinas.
Pero un año después, cuando la pandemia comienza a ser controlada, los empleados se dicen dispuestos a renunciar a sus trabajos si no los dejan seguir haciendo home office.
Y es que, además de los temores persistentes por la emergencia sanitaria, muchos empleados han descubierto las grandes ventajas del home office y no quieren perderlas.
Así lo revela un nuevo estudio realizado por la empresa Morning Consult, que recomienda a los empleadores adoptar esquemas que combinen el home office con el trabajo presencial.
Millennials y la Generación Z, los que menos dispuestos están a renunciar al home office
El estudio consistió en una encuesta realizada durante el mes de mayo entre mil adultos de Estados Unidos. Los resultaron determinaron que:
El 39 por ciento consideraría renunciar a su trabajo si sus jefes los obligan a regresar a la oficina, sin posibilidad de hacer homme office al menos unos días a la semana.
Quienes apoyan más esta idea, según la encuesta, son los millennials y la Generación Z, pues el 49 por ciento de ellos dijo preferir el home office.
Otra encuesta realizada por FlexJobs y publicada en abril, detalló que los empleados que no desean volver al trabajo presencial, al menos no al cien por ciento, citan ventajas del homme office:
- No tener que hacer largos desplazamientos
- Un mayor control sobre su tiempo
- Ahorros económicos (en transporte, alimentos, etc.)
A ello también se suman las persistentes preocupaciones por la pandemia, pues no todas las personas son tan cuidadosas con las medidas sanitarias o están dispuestas a vacunarse.
Empleadores que eliminen el home office corren el riesgo de quedarse sin trabajadores, advierten
Especialistas como Anthony Klotz, profesor de administración en la Universidad de Texas A&M, han investigado por qué las personas están renunciando a sus trabajos.
Sus conclusiones los han llevado a recomendar una postura flexible a los empleadores respecto al home office en los lugares donde no se requiere la presencia de los trabajadores.
Si los empleadores consideran que la presencia de sus empleados es necesaria en el centro laboral, señaló, pueden optar por esquemas que combinen trabajo presencial y a distancia.
Klotz advierte que quienes obliguen a sus empleados a retomar cien por ciento el trabajo presencial, corren el riesgo de quedarse sin fuerza laboral.
“Si usted es una empresa que piensa que todo está volviendo a la normalidad, puede que tenga razón, pero es bastante arriesgado esperar que ese sea el caso”
Anthony Klotz, profesor de administración en la Universidad de Texas A&M
Con información de Bloomberg