Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, afirma que los humanos tenemos genes que regeneran la ceguera, pero su función se desactivó por alguna presión evolutiva.

Publicado en la revista Science, el estudio también asegura que otros animales vertebrados aún mantienen esta misma capacidad de recuperación ocular, pero la falta de funcionalidad de estos genes sería algo que los humanos tienen en común con los ratones.

El gen responsable de la regeneración ocular existe en los genomas de las tres especies analizadas: peces cebra, pollos y ratones de laboratorio. Sin embargo, al llamar a las células inmunitarias con el objetivo de limpiar el tejido dañado y combatir a los eventuales microorganismos invasores, en los roedores se impuso "una red que suprime los genes", evitando que las células gliales se transformen en células que producen otros tipos de retina.

"Los mamíferos, incluidos los humanos, tienen este potencial de regeneración, pero alguna presión evolutiva lo ha desactivado porque la regeneración parece ser el estado predeterminado, no obstante, la pérdida de esa capacidad ocurrió en múltiples puntos del árbol evolutivo", explica Seth Blackshaw, líder del estudio.

Es decir, los genes existen, pero su expresión genética es distinta, ya que hay mecanismos que no permiten que vuelva a crecer la retina una vez dañada o muerta, impidiendo así poder recuperar la visión cuando una enfermedad o lesión ocular nos causa ceguera.

La retina se forma durante el desarrollo embrionario, a partir del cerebro en crecimiento, por lo que en realidad es tejido cerebral y forma parte de nuestro sistema neuronal. Esta contiene neuronas que transmiten la información de la luz al cerebro y sus fotorreceptores son de los pocos que los humanos no podemos volver a crear.