De acuerdo con un nuevo estudio, la extinción de los dinosaurios hizo posible que los humanos tomemos vino.

La razón sería que los dinosaurios y las uvas tendrían una estrecha relación de entre 60 y 19 millones de años.

Y es que los dinosaurios habrían sido quienes esparcieron y ayudaron a la preservación de algunos tipos de uvas del mundo.

¿Qué relación tiene el vino con los dinosaurios?

Un estudio publicado en la revista ‘Nature Plans’, señaló que la extinción de los dinosaurios hizo posible que los humanos tomemos vino.

Y es que se encontraron semillas de uvas en fósiles que tienen entre 60 y 19 millones de años de antigüedad.

Uvas, vino y dinosaurios

Lo que indicaría que fueron los dinosaurios quienes ayudaron a extender esta fruta por todo el mundo, así como a conservar su semilla.

En este sentido, se detalló que los fósiles de semillas de uva más antiguos conocidos se encontraron en la India, y tienen 66 millones de años.

Esta fecha coincide con el momento en el que un asteroide impactó la Tierra y provocó la extinción de los dinosaurios y miles de plantas.

Por lo que al haber estado dentro del organismo de los dinosaurios, a su muerte, algunas de las semillas volvieron a crecer.

Además, años posteriores a la extinción de los dinosaurios, la diversificación de aves y mamíferos también ayudó a que se esparcieran las semillas de las uvas.

Las uvas y los dinosaurios nos ayudarían a enfrentar una extinción masiva

Los fósiles de las semillas hallados en los dinosaurios son solo parientes lejanos de las actuales uvas nativas del hemisferio occidental.

Y algunos tipos de estas uvas, como las dos especies de ‘Leea’, solo se encuentran en el hemisferio oriental.

Este estudio, de acuerdo con los investigadores, además de hablar sobre la historia de las frutas, ayuda a comprender cómo se desarrollan las crisis de biodiversidad.

Algo que ayuda ahora que nuestro planeta enfrenta una nueva extinción masiva, como aquella que acabó con los dinosaurios.

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