De acuerdo con varios estudios dirigidos por las agencias espaciales, incluida la NASA, la Luna se estaría alejando de la Tierra gradualmente.
Este no es un fenómeno nuevo, de hecho lleva ocurriendo desde que la formación de la Luna y su establecimiento como satélite de la Tierra.
Además se señala que el cambio, por lo menos en un estadio inmediato, es imperceptible, ya que el astro apenas se aleja unos 3.78 centímetros al año.
No obstante, es a la larga cuando se podrá notar su alejamiento su consecuencias para el planeta, así como para los humanos y restos de seres vivos que lo habitan.
¿Por qué se está alejando la Luna de la Tierra?
El estudio menciona que el alejamiento de la Luna es resultado del movimiento de rotación de la Tierra.
Debido a la fuerza de rozamiento que ejercen los mantos acuíferos, la rotación de la Tierra cada vez es más lenta.
Esto provoca que la Luna gire más rápido, debido a los campos gravitacionales que unen al planeta y al satélite; lo cual a su vez aumenta su fuerza centrífuga.
Esta fuerza centrífuga es la que está arrojando al satélite fuera de la órbita del planeta poco a poco.
Se estima que en su formación, la Luna estaba a tan sólo 22,500 kilómetros; actualmente se ubica a 384,400 kilómetros.
¿Cuáles serán las consecuencias del alejamiento de la Luna y la Tierra?
La Luna tiene un papel importante en el control de las mareas y la duración de los días en la Tierra.
Al alejarse la Luna de la Tierra, estos dos aspectos se verían severamente afectados cambiando por completo la manera en que entendemos el planeta.
En el caso de las mareas, al estar más lejos de la Tierra, la Luna no atraería los océanos, lo que provocaría que estos jamás reduzcan su nivel como lo hacen actualmente.
Esto haría que todos los vehículos y elementos marítimos quedaran obsoletos, pues prácticamente las mareas desaparecerían.
En cuanto a los días, estos serían más largos; aunque en este caso no es tanto culpa del alejamiento de la Luna sino de la propia Tierra.
El mismo movimiento de rotación y el rozamiento hacen que los días sean más largos; que la Luna esté más alejada sólo es un indicio del cambio en la duración de estos.
Así, al tener a la Luna cada vez más lejos, se podrían tener días con más de 12 horas de luz u obscuridad, afectando permanentemente el sueño y vigilia de los seres vivos.
Con información de National Geographic