Un estudio de la Universidad Rockefeller, en Estados Unidos, comprobó que no solo los humanos hemos resentido la cuarentena; a las moscas de la fruta también les afecta.

De acuerdo con los investigadores, cuando este tipo de mosca se encuentra en una situación de aislamiento, “come más y duerme demasiado poco”.

¿Te parece conocida esta conducta?

Moscas de la fruta son insectos sociales que reaccionan a la cuarentena

Michael W. Young, uno de los autores del estudio, expone que las moscas de la fruta -drosophila- son insectos“muy sociales”.

“La mosca de la fruta es una criatura social, que busca comida y se alimenta en grupos, realiza complejos rituales de apareamiento e incluso se pelean entre ellas. Además duermen 16 horas diarias.”

Michael W. Young
Mosca

Tal como sucede con los humanos, las moscas también sufren con la cuarentena; y es que, ante la soledad, modifican sus rutinas y actividad neuronal.

Para comprobar esta teoría, un equipo de científicos comparó el comportamiento de las moscas en diferentes situaciones de encierro durante una semana.

Los resultados demostraron que aquellas moscas en “completa soledad”, empezaban a comer más y a dormir menos.

Asimismo, descubrieron que un pequeño grupo de células cerebrales -neuronas P2- era el “responsable de los cambios en la rutina de sueño y la alimentación”.

En contraste, con el “aislamiento en conjunto” los insectos no presentaron cambios en su conducta.

En condiciones de soledad, las moscas tendrían ‘miedo’ sobre el futuro

Existe una larga lista de animales sociales -desde las moscas de la fruta hasta los humanos- que sufren en condiciones de soledad, como lo es la cuarentena.

Según explica Michael W. Young, estos seres suelen presentar cambios en conductas de sueño y alimentación.

La razón sería, de acuerdo con el investigador, “que el aislamiento social indica un grado de incertidumbre o miedo sobre el futuro”.

“La preparación para los tiempos difíciles puede incluir estar alerta y despierto tan a menudo como sea posible y comer siempre que haya comida disponible.”

Michael W. Young

El estudio fue publicado el pasado 18 de agosto en la revista científica ‘Nature’.

Con información de EFE