Pocos mexicanos habrá que no les guste el mango Ataúlfo, una deliciosa y jugosa fruta por la que no te importa terminar embarrado. Pero, ¿cuál es su origen?
El mango Ataúlfo fue nombrado así en honor a su creador, don Ataúlfo Morales Gordillo, un productor chiapaneco que en 1963 experimentó con sus árboles.
Así, los distintos injertos de Ataulfo Morales lograron la extraordinaria composición del 69 por ciento de pulpa dulce, 19 por ciento cáscara y 8.5 hueso o semilla.
Origen del mango Ataúlfo
En 1948, Ataúlfo Morales Gordillo, originario de la región de Soconusco, Chiapas, compró un predio en Tapachula en cuyos árboles crecían mangos como parte de una mutación natural.
Se piensa que para ese momento los árboles tenían cinco años de edad. Lo cierto es que sus frutos llamaban tanto la atención de los vecinos, que el rumor llegó hasta Héctor Cano Flores.
“Hubo una transferencia de polen de las flores de algunos mangos que fecundaron los óvulos de flores de otros mangos que hicieron nacer a cinco árboles que dieron los primeros frutos de esta nueva variedad”
Héctor Cano Flores.
El ingeniero, junto con Ataúlfo Morales, comenzaron los primeros estudios y crearon nuevos injertos consiguiendo un clon de mango denominado “imc-m2 Ataulfo”.
Fue el ingeniero Héctor Cano, quien bautizó al mango con el nombre: Ataúlfo. Sin embargo, fue hasta 2002 cuando se otorgó la denominación de origen al mango.
“Árboles nacidos espontáneamente sin que fueran sembrados por el hombre, que crecieron en forma desordenada con distancias diferentes entre ellos, pero con porte, tallos, hojas y frutos similares”
Héctor Cano Flores.
La Declaratoria de Protección a la Denominación de Origen del Mango Ataúlfo del Soconusco Chiapas fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 4 de agosto de 2003.
En ella se reconoce al estado de Chiapas como originario del fruto “resistente, maduro y de buen sabor, tamaño y color”, ya que cuenta los árboles que dieron esta deliciosa variedad.