A través de sus redes sociales la NASA ha compartido cómo es el invierno en Marte, y compartió increíbles postales del planeta rojo.

Y es que tal y como la NASA mostró y explicó, el invierno en Marte es peculiar ya que la nieve toma forma de cubos.

Incluso la NASA estima que durante el invierno en Marte, las temperaturas llegan hasta los 123 grados bajo cero.

Aunque eso sí, para que el invierno llegue a Marte se necesitan pasar varios meses debido a su órbita elíptica, tal y como la NASA ha indicado.

Pues esto hace que sea el equivalente que sean dos años terrestres en Marte, según los cálculos.

Los exploradores de Marte de la NASA han revelado cómo es la nieve en Marte

Todo parece que el invierno ha llegado a Marte, pues la NASA ha compartido cómo es que se ve la nieve en el planeta.

Esto gracias a los exploradores robóticos de la NASA en Marte, lo cual ha permitido que los científicos puedan estudiar la nieve marciana, la cual se presenta en:

  • Hielo de agua
  • Dióxido de carbono o Hielo seco

Asimismo, la NASA ha explicado que la nieve en Marte durante el invierno solo se presenta en los dos extremos más fríos del planeta; es decir, en los polos.

Y precisamente fue el Orbitador de Reconocimiento de Marte de la NASA, el cual puede ver a través de la gruesa capa de nubes con el instrumento Mars Climate Sounder.

Cambios estacionales de las megadunas polares de Marte de escarcha de dióxido de carbono y hielo
Borde de un cráter de Marte en pleno invierno
El hielo de agua congelada en el suelo de Marte dividió el suelo en polígonos

¿Por qué la nieve en Marte tiene forma de cubo? La NASA responde

La NASA ha compartido fotos de cómo se ve la nieve en Marte, la cual según han revelado, tiene forma cúbica.

A comparación con la Tierra, las moléculas de agua cuando se congelan cuentan con 6 lados; en el caso del dióxido de carbono, el hielo seco tiene solo 4 lados.

“Debido a que el hielo de dióxido de carbono tiene una simetría de cuatro, sabemos que los copos de nieve de hielo seco tendrían forma de cubo; serían más pequeños que el ancho de un cabello humano”

Sylvain Piqueux, científico del Laboratorio de la Nasa en el sur de California