El día de hoy, 29 de septiembre, de acuerdo con la tradición católica se celebra el día de San Miguel Arcángel, uno d de los tres únicos mencionados en la biblia.
San Miguel Arcángel tendría el lugar más alto entre los siete arcángeles siendo también llamado “Príncipe de los espíritus celestiales” o “jefe de la milicia celestial”.
Y es que este arcángel entre sus misiones tendría la de luchar contra el demonio y rescatar a las almas de los moribundos así como llamar las almas a juicio.
Por lo que a San Miguel Arcángel se le rezaría para pedirle protección de las tentaciones y por el alma de los difuntos.
¿Para qué sirve y cuál es la historia de la Oración a San Miguel Arcángel?
En conmemoración a San Miguel Arcángel hay varias oraciones con las cuales sus fieles le piden protección contra los males y peligros.
Sin embargo una de las más populares sería la escrita por el Papa León XIII, la cual según el exorcista P. Grabriele Amorth se debió a una visón de que este tuvo de Satanás.
Y es que aunque no hay muchos referentes históricos, en su libro “Habla un exorcista”, rescató ‘Aciprensa’, P. Grabriele Amorth narró la historia de la oración desde la perspectiva de un sacerdote que conoció y que estuvo presente en ese momento.
El libro mencionaría que el Papa había asistido a misa cuando de repente se habría quedado viendo algo ubicado arriba del celebrante de manera fija.
Después de unos momentos se levanto y se retiró de la misa; media hora después llamó al secretario de la Congregación de Ritos y le dio un folio el cual envió a todos los obispos diocesanos del mundo.
Este folio contenía la oración a San Miguel Arcángel, la cual fue añadida en 1886 a las oraciones Leoninas y que permaneció como parte del rito hasta las reformas litúrgicas del ‘Concilio Vaticano II.
Oración a San Miguel Arcángel del Papa León XIII:
“San Miguel Arcángel defiéndenos de la pelea.Sé nuestro amparo contra la maldad y las asechanzas del demonio.¡Reprímele Oh Dios como rendidamente te lo suplicamos!
Y tú, Príncipe de las Milicias Celestiales, armado del Poder Divino, precipita al infierno a Satanás y todos los espíritus malignos que para la perdición de las almas, vagan por el mundo,
Amén.”