La polémica del penacho de Moctezuma que se ha suscitado en los últimos días, luego de que AMLO revelara que pidió a Beatriz Gutiérrez insistir en su recuperación durante el viaje a Austria, obligó al director del Weltmuseum de Viena, donde se resguarda el frágil objeto, a aclarar el que piensa es su verdadero origen.
Además, Christian Schicklgruber también explicó por qué no está en condiciones de ser devuelto, ya que como se muestra en las fotos, es una pieza tan delicada que no soportaría el traslado y todo lo contrario, sería causarle daños, aunado a que "el penacho no era de Moctezuma".
Esto, porque según afirma, los códices revelan que el Tlatoani nunca llevó un penacho como ese, pero sí pudo portarlo un sacerdote. Lo cierto es que se desconoce cómo llegó a Austria. La primera vez que se menciona es en el inventario de la colección del castillo de Ambras en Tirol, 1596, y posteriormente fue trasladado a Viena en el siglo XIX, donde permanece desde entonces.
Sobre las declaraciones de AMLO acerca de que Viena se ha apropiado del penacho, Schicklgruber dijo que para él es un "legado compartido" entre México y Austria, y, de hecho, los ciudadanos mexicanos que presenten su pasaporte a la entrada del museo pueden acceder gratis a contemplarlo. Sin embargo, sus plumas de 600 años de antigüedad hacen difícil que salga.
Pero, en caso de que la tecnología avanzara lo suficiente como para permitir el traslado, Christian Shicklgruber se muestra a favor de "prestarlo" a México, aunque sólo si se asegura al 100 por ciento su integridad: "Invertimos cerca de 80 mil euros (un millón 994 mil 852 pesos) en el expositor. Incorpora un sistema mecánico muy sofisticado que lo protege de cualquier tipo de vibración, incluso las que produce la gente al caminar", explica.
¿Qué es el Penacho de Moctezuma?
Al tocado de plumas de quetzal engarzadas en oro que se encuentra en el Museo de Etnología de Viena se le conoce como "Penacho de Moctezuma". Es una pieza simbólica de la colección de arte plumario del museo en Austria, aunque la certeza sobre su origen y singularidad está en entredicho.
La pieza es llamativa por sus dimensiones: 116 centímetros de altura y 175 de diámetro. También porque está compuesto por más de 222 plumas de quetzal de hasta 55 centímetros de largo; el penacho también tiene plumas de xiuh totol, tlauquechol y cuclillo.
Una teoría apunta a que la pieza no pertenecía de forma exclusiva al tlatoani de los mexicas (1502-1520) sino que fue parte de los regalos que Moctezuma dio a Hernán Cortés para el rey Carlos I, a fin de ganar tiempo frente a la guerra que se avecinaba, por lo que este y otros objetos viajaron a Alemania, territorio que pertenecía al Sacro Imperio Romano Germánico.
Se desconoce en manos de quién estuvo el penacho hasta que en el siglo XIX antropólogos e historiadores de Estados Unidos y Europa se interesaron en él y habría llegado a Viena luego de la Segunda Guerra Mundial. Fue hasta el siglo XX que el gobierno mexicano tomó en consideración la pieza y la hizo parte de una campaña nacionalista para promover "la devolución" de lo "robado" en el periodo conocido como "La Conquista".
El estado del llamado "Penacho de Moctezuma" es endeble, sin embargo su precio en el mercado se calcula en 50 millones de dólares. Una réplica del tocado de plumas puede apreciarse en el Museo Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de México.