Quizá, a lo largo de tu vida has tenido problemas para despertar temprano en más de una ocasión o probablemente te ha sucedido que cuando te dispones a dormir, la creatividad ocupa tu cabeza o te sucede que las mejores ideas cruzan por tu mente cuando por alguna razón te quedaste en vela hasta altas horas de la madrugada.
Es bastante común que este tipo de comportamientos sean tachados como una actitud irresponsable, incorrecta o propia de una persona perezosa, pero la ciencia encontró que hay una razón mucho más allá de un simple "5 minutos más".
De acuerdo con un estudio titulado ¿Por qué los noctámbulos son más inteligentes? realizado por los los psicólogos Satoshi Kanazawa y Kaja Perina, el hecho de que una persona adquiera comportamientos noctámbulos está fuertemente relacionado con cuestiones evolutivas y por tanto, con cerebros más desarrollados; es decir: las personas más inteligentes son más proclives a quedarse despiertos por la noche, y por lo tanto, despertar más tarde que el promedio.
Cuando una persona suele tener problemas para conciliar el sueño por la noche, los ciclos circadianos se alteran y, por decirlo de alguna manera, los horarios de descanso van cambiando con respecto a los comunmente utilizados en la sociedad.
Un análisis del National Longitudinal Study of Adolescent Health que dio seguimiento al comportamiento del sueño de 15 mil 197 estudiantes durante cinco años, destaca que aquellos que era más productivos por las noches en comparación con los que realizaban sus tareas en horarios convencionales, tenían más capacidades para aprender y resolver problemas.
Aunque algunos factores externos como el silencio o la reducción de estímulos fuera de tu control pueden influir en el hecho de que por las noches tengas más capacidad para concentrarte en tareas creativas, quienes verdaderamente se benefician del trabajo nocturno, pues al estar en condiciones distintas a las convencionales les ayuda a encontrar soluciones alternativas y diferentes, según indica la psicóloga Mariana Giampietro, del Departamento de Psicología de la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Milán.
Sin embargo, no hay que perder de vista el hecho irrefutable de que el cerebro y todo el cuerpo necesita descanso para poder cumplir efectivamente con sus actividades y por ello, sin importar el horario en el que las personas duerman, deben hacer todo lo necesario para darle el tiempo suficiente de sueño al organismo para que pueda rendir al máximo.