¿Tienes hambre todo el tiempo? Una investigación publicada en la revista Nature Metabolism ha descubierto la causa detrás de esta sensación que muchos califican como glotonería, pero que más bien está relacionada con los niveles de azúcar en la sangre.

El estudio fue desarrollado por científicos del King’s College de Londres y de la compañía de ciencias de la salud ZOE -integrada por científicos de universidades de varios países-, como parte del programa PREDICT, creado para predecir las respuestas metabólicas individuales a diferentes alimentos.

Los resultados del estudio arrojan luz sobre cómo controlar el hambre persistente, aseguran sus autores.

¿Cómo se realizó el estudio?

Los investigadores analizaron las respuestas del azúcar en sangre y otros indicadores en más de mil voluntarios de Reino Unido y Estados Unidos.

Durante dos semanas, los participantes comieron desayunos planeados por los autores del estudio, pero el resto del día tenían la libertad de elegir lo que se les antojara comer.

Los desayunos estandarizados consistían en pequeños bollos con la misma cantidad de calorías, pero que variaban en su composición en términos de carbohidratos, proteínas, grasas y fibra.

En ayunas, los voluntarios también fueron sometidos a pruebas rápidas de respuesta del azúcar en sangre para saber cómo procesaba su organismo dicha sustancia.

¿Qué provoca la sensación constante de hambre?

Los investigadores usaron monitores de glucosa en sangre y dispositivos portátiles para controlar la actividad y sueño de los participantes. También, registraron sus niveles de hambre y los alimentos que consumían y a qué hora del día los ingerían.

Las mediciones permitieron descubrir que las caídas en los niveles de glucosa en sangre, conocidas como 'caídas de azúcar', se relacionaban significativamente con los niveles de hambre y el consumo de calorías.

De esta forma, los participantes con grandes caídas de azúcar en sangre llegaban a registrar:

  • Registraban un aumento de hasta el 9 por ciento en su apetito
  • Adelantaban su segunda comida del día media hora antes 
  • Registraban un consumo promedio diario de 312 calorías más que quienes que no experimentaban las caídas de azúcar

Las caídas de azúcar estarían relacionadas con el aumento de peso

Este último patrón podría potencialmente convertirse en un aumento de peso de casi 10 kilos durante un año, destacó el estudio.

En ese sentido, la profesora Ana Valdés, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nottingham y quien dirigió el equipo del estudio, comentó:

"Muchas personas luchan por perder peso y no recuperarlo, y solo unos pocos cientos de calorías adicionales cada día pueden sumar varios kilos de peso durante un año. Nuestro descubrimiento de que el tamaño de las gotas de azúcar después de comer tiene un impacto tan grande en el hambre y el apetito tiene un gran potencial para ayudar a las personas a comprender y controlar su peso y su salud a largo plazo"

Ana Valdés, líder del estudio

Con información de RT