Michelangelo Merisi da Caravaggio es uno de los artistas que más misterios ha mantenido alrededor de su arte y su vida, pues a pesar de haber muerto hace más de cuatro siglos, hay muchas cosas que aún se desconocen sobre el pintor nacido en Milán, Italia.
Y muchos de esos grandes misterios tienen qué ver con su trabajo pues muchas de sus obras no están firmadas y se desconoce cuántas podrían andar por ahí, colgadas en paredes húmedas o arrumbadas en una bodega, tal como pasó con la pintura de la que hablamos hoy que fue hallada en 2014 en un desván de Toulouse.
El guerrero Holofernes levanta la mirada, implorante y atónita, hacia la joven Judith que le está decapitando, una explosión de violencia sobre tela que podría ser una obra maestra de Caravaggio... o una simple copia.
Cuando el arte vale aún sin firma
Tras dos años de restauración, la pintura fue presentada en la galería londinense Colnaghi, antes de ser subastada el 27 de junio de este año.
El hallazgo del óleo de 144x173 centímetros fue calificado como "muy importante" por el ministerio de Cultura francés pues a pesar de que no son pocos los que dudan de su autenticidad, para los que creen que la tela sí es de Caravaggio, podría tratarse de la última gran obra del genio.
Caravaggio tiene ya una obra titulada "Judith y Holfernes", que pintó en 1598 y que es muy distinta a la hallada en Francia. Sin embargo, mencionó la existencia de una obra similar a la encontrada en Toulouse, en una carta a un amigo.
Foto: Daniel Leal-Olivas / AFP
Pero, como ya dijimos, la falta de una firma ha complicado demasiado la atribución de cuadros al maestro del claroscuro, fallecido a los 38 años en 1610.
Los propietarios del cuadro recurrieron al experto francés Eric Turquin, quien, igual que el experto Nicola Spinosa, está convencido de que se trata de un Caravaggio.
"Es de una calidad excepcional y corresponde al período más importante del artista, en torno a 1605, el momento en el que mejor logra traducir en pintura el drama de la humanidad", dijo Spinosa en una entrevista en 2016.
Otros conocedores de la obra de Caravaggio están menos convencidos y atribuyen este cuadro a Louis Finson, un pintor flamenco (1580-1617) que fue su coetáneo y su copista.
Probablemente incitado por la polémica, el Estado francés ha decidido no adquirir la obra pues luego de haberla declarado tesoro nacional (lo que impedía su venta a extranjeros hasta noviembre del año pasado), se ha declarado que no se incluirá en las colecciones nacionales.
Otro factor que pudo ser determinante para la toma de esta decisión es el alto valor estimado (unos 160 millones de euros; 3 mil 500 millones de pesos) del cuadro ya que el presupuesto de los museos nacionales es reducido actualmente.
Con información de AFP.