Ahora que el Príncipe Harry renunció a la realeza británica, él y Meghan Markle, todavía duques de Sussex, comenzarán a lidiar con la manera en que sustentarán su estilo de vida, ya que dejarán de contar con los beneficios y el dinero de la corona.
En el comunicado oficial, la joven pareja anunció que su deseo a partir de este 2020 es trabajar para hacerse de su independencia financiera, y criar a su pequeño hijo Archie entre Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido.
¿El amor o la corona? Una decisión difícil para los mortales
Según explica Daily Mail, son 2 millones 400 mil libras esterlinas (59 millones 946 mil 640 pesos mexicanos) que les otorgaba anualmente la familia real para cubrir todos sus gastos, sin contar con el pago de los seis guardaespaldas permanentes que forman parte de la Policía Metropolitana.
"Harry tiene un deber con la Reina. Mudarse al extranjero es una tarea enorme, tendrán que encontrar una ubicación en la que no requieran tanta seguridad, pues los costos serían enormes e imposibles de estimar"
Richard Fitzwilliams, especialista de la corona.
Y ni pensar en olvidarse de la seguridad, pues de acuerdo con el especialista en tema de la corona, Richard Fitzwilliams, por tratarse de las figuras que son, necesitarán guardaespaldas de por vida. El pequeño detalle es que el sueldo de los que tienen actualmente es de 100 mil libras esterlinas anuales por cada uno (2 millones 456 mil 110 pesos).
Pero para Harry no existe nada más que Meghan Markle
Y los gastos no se terminan allí, pues por lo menos la niñera de Archie recibe un suelo de más de seis cifras, además de que sus asistentes personales reciben entre 20 mil y 30 mil libras (491 mil y 736 mil pesos). Asimismo, parece que a Meghan le gustaría vivir en Vancouver, la ciudad más cara de Canadá.
No obstante, se estima que el todavía Príncipe Harry heredó unos 39 millones de dólares de la princesa Diana (734 millones 565 mil pesos mexicanos), y que Meghan Markle también cuenta con una buena cantidad en su cuenta del banco, así que bien podrían pasar unos años sin el escrutinio público.