Un estudio reciente de la Universidad de California en San Diego, encontró avances en el descubrimiento del interruptor del miedo en el cerebro.

A decir de los neurobiólogos responsables de la investigación, este interruptor del miedo serviría para combatir trastornos de ansiedad y estrés.

Aunque, cabe destacar, aún hay muchas incógnitas alrededor de esa parte del cerebro donde se generaría el miedo y ansiedad.

El cerebro tiene un interruptor del miedo que acaba de ser descubierto

Un grupo de neurobiólogos de la Universidad de California, en San Diego, ha descubierto un interruptor del miedo en el cerebro.

Este increíble hallazgo podría cambiar para siempre la forma en la que comprendemos y manejamos el miedo, pues seríamos capaces de dominarlo.

El interruptor del miedo permitiría que quienes padecen trastornos de ansiedad y estrés postraumático, encuentren una especie de cura.

Miedo

El miedo está clasificado como una emoción inherente y compleja que es un “mecanismo de supervivencia crucial”.

Y actúa como respuesta instintiva a las amenazas o peligros percibidos, con reacciones fisiológicas diseñadas para luchar o la huir.

Este sistema de alerta automático intensifica nuestros sentidos, acelera nuestros reflejos e inunda nuestros cuerpos con adrenalina.

Lo que nos permite responder rápidamente a posibles daños y mantenernos a salvo con habilidades de supervivencia.

Sin embargo, cuando el miedo es irracional y desproporcionado con respecto a las amenazas reales, puede derivar en graves problemas de salud mental.

Tales como ansiedad, fobias o trastorno de estrés postraumático, afectando significativamente la vida diaria.

A pesar de que el miedo es una emoción tan frecuente, los procesos cerebrales que impulsan esta emoción no están claros en gran medida.

Es por eso que un grupo de investigadores dirigido por el Dr. Hui-Quan Li, se propuso descubrir los mecanismos cerebrales responsables de generar miedo.

Miedo

Los investigadores estudiaron los cerebros de ratones sometidos a diversos grados de estrés.

Con el objetivo de explorar la bioquímica y los circuitos neuronales implicados en las experiencias de miedo generalizado.

En sus hallazgos, publicados en la revista Science, los investigadores encontraron un cambio significativo en los neurotransmisores del miedo.

Ubicados en la región dorsal del rafe del cerebro, que es responsable de la regulación de la ansiedad.

Y, se cree, desempeña un papel importante en la formación de la memoria del miedo.

Una “vacuna del miedo” sería posible próximamente

En la investigación alrededor del interruptor del miedo, los expertos descubrieron cambios del glutamato excitador a los neurotransmisores de los ratones.

Luego, los investigadores examinaron los cerebros de cuerpos con diagnósticos de trastorno de estrés postraumático.

Al igual que los ratones de laboratorio, los cerebros de los pacientes humanos tenían un interruptor de miedo.

Miedo

Fue así como los especialistas exploraron dos técnicas prometedoras para ”apagar“ eficazmente el interruptor del miedo del cerebro.

En un ejemplo, los investigadores inyectaron a ratones un virus que suprime el gen responsable del miedo.

Estos resultados sugieren que la terapia genética, o efectivamente una “vacuna del miedo”, podría potencialmente prevenir el desarrollo de trastornos.

Asimismo, los investigadores descubrieron que tomar el antidepresivo Prozac inmediatamente después de un evento estresante, podría prevenir el interruptor del miedo.

Evitando así la aparición de un miedo generalizado.

Sin embargo, conlleva una advertencia: El momento oportuno es crucial, ya que la intervención pierde su eficacia si se retrasa.

Miedo

Los investigadores advierten que sus hallazgos sobre el interruptor del miedo no constituyen una cura inmediata a los trastornos.

Sin embargo, sí proporcionan una base sólida para desarrollar tratamientos que algún día podrían ofrecer alivio a quienes padecen miedo y ansiedad.

“Ahora que conocemos el núcleo del mecanismo por el cual ocurre el miedo inducido por el estrés y los circuitos que implementan este miedo, las intervenciones pueden orientarse y específico”.

Dr. Nicholas Spitzer