De acuerdo con la ‘American Cancer Society’, el linfedema es acumulación de líquido linfático en las extremidades como brazos o piernas.
La inflamación provocada por el linfedema se debe a que el líquido linfático en los tejidos adiposos se aloja justamente debajo de su piel.
El linfedema también se puede presentar en el rostro, cuello, torso y genitales
Aunque el linfedema solamente inflama un brazo o una pierna, puede haber casos en que ambos brazos o ambas piernas presenten hinchazón.
La acumulación del líquido linfático que produce el linfedema también es considerada como una obstrucción que genera inflamación y malestar.
El linfedema también puede surgir en el rostro, cuello, torso, abdomen (vientre) y órganos genitales.
En algunas ocasiones, el linfedema puede empeorar y causar algunos problemas graves; además, es una afección crónica.
Debido a esto, el linfedema se debe controlar en sus etapas iniciales para ayudar a reducir los síntomas y evitar que empeore.
En muchos casos, el linfedema es provocado por la extirpación o el daño de los ganglios linfáticos como parte del tratamiento oncológico.
La obstrucción del sistema linfático impide que éste drene adecuadamente; en consecuencia, el líquido acumulado causa hinchazón.
Actualmente, no existe una cura para el linfedema, pero sí hay tratamientos que permiten controlarlo adecuadamente.
Algunos de los síntomas del linfedema son:
- Hinchazón de todo o parte del brazo o la pierna, incluso los dedos de los pies y de las manos
- Sensación de pesadez o rigidez
- Capacidad de movimiento limitada
- Dolor o molestia
- Infecciones recurrentes
- Endurecimiento y engrosamiento de la piel (fibrosis)
La hinchazón producida por el linfedema puede comprender desde cambios leves y apenas notorios en el tamaño de las piernas o de los brazos hasta cambios extremos que dificultan el uso de las extremidades.
El linfedema puede ser primario o secundario. El linfedema primario ocurre por sí solo, mientras que el linfedema secundario es consecuencia de otra enfermedad o afección.
El linfedema secundario es mucho más frecuente que el linfedema primario.