El hallazgo de oxígeno oscuro en el fondo del océano podría modificar todo lo que se conoce acerca de este elemento químico.
Esto fue revelado en un estudio liderado por Andrew Sweetman, profesor de la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas, y publicado por la revista Nature Geoscience.
El profesor señala que este fenómeno ya se había presentado en 2013, pero en su momento fue ignorado al pensar que los instrumentos de exploración marina estaban mal colocados.
Sin embargo, el monitoreo continuó durante 9 años y mostró en efecto la presencia de oxígeno oscuro a 4 mil metros de la superficie marina.
¿Qué es el oxígeno oscuro?
Básicamente, el oxígeno oscuro es oxígeno común y corriente; se llama oscuro porque se produce en el fondo del océano, donde no dan los rayos del Sol.
Lo importante del oxígeno oscuro es precisamente eso, pues se supone que este elemento químico no debería de producirse en el fondo del océano.
Puesto que necesita de la fotosíntesis; es decir, de la reacción química que tienen las plantas verdes con los rayos del Sol.
Al no haber luz solar, la fotosíntesis y por ende el oxígeno, no deberían de existir; sin embargo, el mencionado elemento ha encontrado el modo de aparecer en condiciones adversas.
Aún más, se sabe que el plancton y las algas marinas consumen el oxígeno; no obstante, está comprobado que no lo producen.
¿Por qué se produce el oxígeno oscuro?
Lamentablemente la investigación se queda corta en su explicación del oxígeno oscuro, pues no ahonda en detalles del por qué se produce.
Pero Andrew Sweetman tiene una teoría, cree que el oxígeno oscuro se produce no por un proceso biológico, sino por uno electroquímico.
Recordando que las baterías al meterse en agua salada crean la electrólisis, que no es otra cosa que la separación del oxígeno y el hidrógeno.
El fondo del mar cuenta con una buena cantidad de nódulos polimetálicos, que contienen los materiales con los que se producen las baterías.
Con ayuda de Franz Geiger, electroquímico de la Universidad Northwestern en Evanston, Illinois, comprobó que el fondo del océano tiene una carga eléctrica de .95 voltios.
No es suficiente para conseguir una electrólisis, pero por lo menos comprueba que el agrupamiento de nódulos polimetálicos crea una carga energética.
Esto abre la posibilidad de que una región con una gran cantidad de estos, pudiera alcanzar la reacción mencionada y generar oxígeno oscuro sin la intervención de la luz solar.
Con información de CNN.