La muerte de Vincent van Gogh, el 27 de julio de 1890, denota el deterioro de las capacidades del artista durante los últimos años de su vida.
Que se disparó en el estómago mientras pintaba en el campo ha pasado a un segundo plano, gracias a que recientemente se conoce más sobre los padecimientos que lo limitaban.
La realidad es que el que Vincent van Gogh haya sido asesinado se ajusta más a los datos que envuelven el misterioso fin de sus días, que la teoría de un suicidio.
Y aún con sus episodios maniacos y depresivos, distintos investigadores ahora creen que pudo haber encubierto a sus asesinos. Fue el último acto de un hombre enfermo.
¿Quién fue Vincent van Gogh?
Aunque el haberse cortado el lóbulo de una oreja parece haber opacado para siempre la extraordinaria historia de Vincent van Gogh, su muerte marcó el comienzo de una leyenda.
Cuando hablamos de van Gogh, nos referimos a un hombre que hablaba 4 idiomas; francés, alemán, inglés y holandés, que luchó por la defensa de mineros y obreros y que entregó su casa a personas en situación de calle.
A un hombre que fue rechazado por sus padres y las mujeres que creyó amar, que trabajó como maestro metodista y solía visitar museos diariamente para distinguir lo que llama “el buen arte”.
Si embargo, la necesidad de ser amado llevó a Vincent van Gogh a enamorarse de una sexoservidora que le contagió sífilis y gonorrea.
Desolado, se mudó a París para refugiarse en la pintura y dedicó seis años a perfeccionar su estilo, llegando a pintar 900 cuadros.
En busca de inspiración, viajó a Arlés, donde Vincent van Gogh vivió gracias al dinero que le enviaba Theo, su hermano menor.
Durante su estancia en Francia, el también pintor Paul Gauguin se mudó un tiempo con él a cambio de una mesada que Theo le ofreció preocupado por su hermano.
El resultado por desastroso y el también pintor lo dejó sin que antes Vincent van Gogh lo persiguiera con un cuchillo.
A partir de entonces tuvo periodos de locura y lucidez y pasó largas temporadas hospitalizado. Escuchaba voces y creía que querían envenenarlo.
Hoy se sabe que Vincent van Gogh padecía del Trastorno Bipolar y además tenía esquizofrenia. La primera crisis mental, en la que se cortó parte de la oreja izquierda, tuvo lugar en la Navidad del 1888.
Imposible diagnosticarlo en su época, la pérdida de contacto con la realidad y una progresiva sensación de tristeza fueron clave cuando una mañana salió a pintar y fue asesinado.