Como una forma de enfrentar la escasez hídrica en México, el ingeniero del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Jesús Rico Velasco, desarrolló el agua en polvo, una sustancia química capaz de absorber el agua de lluvia y solidificarse.
Este proyecto que podría salvar los territorios en sequía, es un polvo capaz de absorber enormes cantidades de agua y luego soltarla lentamente a lo largo de un año de tal manera que las plantas puedan sobrevivir y prosperar a pesar de la falta de líquidos.
Y es que el agua en polvo es capaz transformarse en un material sólido de aspecto gelatinoso que almacena el agua sin dejar que se evapore.
Este material es un polímero fabricado a base de potasio no tóxico y biodegradable; su presentación es en polvo y debe colocarse en la tierra a la altura de las raíces para que pueda absorber mayor líquido.
Y una vez que los granos liberan el agua en la planta, éstos vuelven a transformarse en polvo, por lo que esta creación sería un constante aporte para los agricultores, y se mejoraría el aprovechamiento de los recursos naturales, pues de acuerdo con la FAO, el 70% del agua del planeta se destina al riego agrícola y si el agua en polvo se pone en práctica, esto podría reducirse hasta en un 90%.
Comercialización del agua en polvo
Sergio Rico Velasco, desarrolló y patentó el agua en polvo y desde hace 10 años, el químico ha vendido su producto en México; el cual, de acuerdo con el vicepresidente de la empresa Lluvia Sólida, Edwin González, es cada vez más atractivo por la creciente escasez de agua.
Sin embargo, no todo el mundo está convencido de que la lluvia sólida sea una solución para el problema de la sequía, pues de acuerdo con Linda Chalker-Scott, de la Universidad del Estado de Washington, el agua en polvo tiene ventajas y desventajas.
"El gel puede causar tanto daños como beneficios. A medida que se va secando, absorbe el agua de alrededor con más fuerza. Eso significa que comenzará a tomar agua directamente de las raíces de las plantas"
Linda Chalker-Scott
Además, la estudiosa comentó que realizó un estudio en Seattle con árboles trasplantados, y observó que el abono de viruta de madera era tan efectivo como añadir materiales en polvo a la tierra; asimismo, comentó que la viruta es más barata, pues el agua en polvo, 50 kg, cuestan alrededor de 30 mil pesos por hectárea.
Y a pesar de que la ciencia aún no está muy segura sobre los beneficios de productos como estos, González dijo que su compañía se ha visto inundada de preguntas desde distintas zonas secas del planeta, incluyendo India y Australia; pero que lamentablemente, el proyecto fue rechazado por el gobierno mexicano.