Debido al estrés al que vivimos diario, es más probable que desarrollemos demencia cuando lleguemos a la vejez. De todas las condiciones innumerables que acompañan a los adultos mayores, ésta es la que más aterroriza, y es que una de cada seis personas mayores de 80 años tienen la condición que deteriora la función cognitiva (por lo general la pérdida de memoria) y el lenguaje.
Aunque hay tratamientos para la demencia, no funcionan. Los científicos han descubierto qué factores la desatan, más no han encontrado una cura. así que el Santo Grial es la prevención. A principios de este mes, un importante estudio en The Lancet parecía sugerir que la obesidad protege a las personas contra la demencia. Sin embargo, esto contradice estudios previos que demuestran que si eres obeso, tienes más probabilidades de tener diabetes, presión arterial alta y niveles altos de colesterol, los cuales contribuyen al desarrollo y la progresión de la demencia. Entonces, aquí te dejamos algunas recomendaciones importantes:
1. Observa tu índice de masa corporal
El reciente estudio examinó a casi dos millones de personas en más de una década y registró su índice de masa corporal (IMC) y si desarrollaron demencia. La conclusión fue la siguiente: "El bajo peso en la mediana edad y la vejez conlleva a un mayor riesgo de demencia. Nuestros resultados contradicen la hipótesis de que la obesidad en la mediana edad podría aumentar el riesgo de demencia en la vejez".
Sin embargo, la epidemióloga Deborah Gustafson, de la Universidad Estatal de Nueva York ha cuestionado esta interpretación y dice que el diseño del estudio es defectuoso. Los médicos pueden diagnosticar la demencia con diferentes grados de precisión, y el plazo entre la edad en que se registró el índice de masa corporal y la fecha de inicio de la demencia no es clara.
Gustafson dice que la relación entre el IMC y la demencia se complica. "Tener un alto índice de masa corporal en la mediana edad (30-60 años), probablemente aumenta el riesgo de desarrollar demencia más adelante en la vida. Así que lo más saludable es mantener tu peso a partir de los 30 años, no estar ni muy flaco, ni muy gordo.
2. Hacer ejercicio con regularidad
El Dr. Doug Brown, director de investigación y desarrollo de la Sociedad de Alzheimer , dice que las cuatro principales estrategias basadas en la evidencia para la prevención de la demencia son el ejercicio, no fumar, una dieta saludable y el cuidado de tucorazón. El estudio Caerphilly ha seguido a casi 3.000 hombres mayores de 35 años y encontró que el ejercicio regular (30 minutos a pie de cinco veces a la semana, o equivalente) en la vida adulta es el factor más importante para reducir el riesgo.
3. Cuida tu corazón
Las condiciones vasculares deben gestionarse "lo mejor posible" para reducir el riesgo de demencia, las personas deben ser alentadas a seguirse midiendo la presión arterial, la diabetes y el colesterol y en caso de requerirlo, tomar medicamentos. Ojo, los fumadores tienen un 45% más de riesgo de desarrollar todo tipo de demencia. Y cuanto más se fuma, mayor es el riesgo.
4 Aprender más sobre la salud en la juventud
Cuantos más años de educación tienes en tu adolescencia, es menos probable que desarrolles demencia detectable. Este es un problema complejo a descoser: personas mejor educadas tienden a tener estilos de vida más saludables y el acceso a una mejor atención sanitaria. El punto es mantener el cerebro activo.
5. Lleva una dieta sana y equilibrada
Parece que una dieta rica en cereales, fruta, pescado y verduras, puede disminuir el riesgo de demencia y factores de riesgo vascular, aunque es probable que una serie de alimentos pueda causarlo indudablemente.
Pilón. Limita el consumo de alcohol
En un mundo complejo, algunas cosas están claras; todo exceso es malo para el cerebro. El estudio Caerphilly confirmó que el consumo elevado de alcohol por encima de los límites recomendados, es uno de los factores de estilo de vida asociados con un mayor riesgo de demencia. Estudios anteriores han demostrado que el ser abstemio también es malo, pero eso puede ser porque las personas que no beben son menos sociables, y la interacción social es un factor importante en el retraso de la aparición de la demencia.
¿Listos para prevenir?