En Rusia, un equipo de científicos logró cultivar una planta con más de 30 mil años de antigüedad; los frutos congelados fueron hallados en la orilla del río Kolyma en Siberia; en este lugar también se han encontrado huesos de mamuts.

Los científicos pertenecen al Instituto de Biofísica Celular y la planta que consiguieron cultivar es de la especie llamada silene stenophylla, y hasta el momento es la planta más antigua traída a la vida, puesto que anteriormente ocupaba una semilla de palmera conservada durante 2 mil años en Israel.

Esta investigación, donde se narra como el profesor David Gilichinsky y sus colegas encontraron unas 70 madrigueras de ardillas llenas de frutos  en el río, fue publicada en la revista científica PNAS.

"La presencia de cuñas verticales demuestra que esta zona ha estado congelada durante todo este tiempo, que nunca ha habido deshielo", "Por lo tanto, las madrigueras fósiles y su contenido nunca se han derretido desde su congelamiento simultáneo" se lee en el artículo.

Y aunque los anteriores intentos llevados a cabo para cultivar semillas antiguas fallaron, las pruebas tuvieron éxito cuando se usaron elementos de la fruta distintos a las semillas, en concreto "tejido placental" lo que creen proporcionaría alimento a las plantas en crecimiento.

"Éste es con mucho el ejemplo más extraordinario de longevidad de vegetales complejos"

Robin Probert

Las plantas de la especie silene stenophylla todavía crecen en la tundra siberiana, y en comparación con sus primas, se encontraron sutiles diferencias en la “forma de los pétalos y en el sexo de las flores”.

Asimismo, los científicos comentaron que el descubrimiento podría hacer posible cultivar plantas ya extintas, y que este tipo de investigaciones pueden ayudar en el estudio de la evolución, además de mostrarnos sobre las condiciones climáticas anteriores.

"Así que tendríamos la oportunidad de resucitar plantas que se extinguieron, de montar una especie de Parque Jurásico vegetal"

Robin Probert.