Seguro ya tienes la casa y hasta la oficina bien adornadas con espectaculares nochebuenas rojas, pero ¿qué tanto sabes de ellas?
Como poco se dice de esta belleza que alegra los hogares y las calles en época decembrina, queremos contarte algunas cosas que probablemente no sabías de ellas:
Mexicana como el nopal: Según explica Sonia C. Iglesias y Cabrera en el libro Navidades mexicanas, a pesar de la creencia de que la nochebuena es de origen estadounidense, en realidad nació en un poblado (ahora desaparecido) denominado Cuetlaxochitlán, cercano a Taxco, en el estado de Guerrero.
Foto: Andrea Murcia / Cuartoscuro.
De tierra caliente: Aunque esta planta florece desde el inicio y hasta la mitad del invierno, en realidad es más fácil cultivarla en tierras con clima cálido.
Util para alimentar: A través del empleo de cataplasmas o fomentos, su sabia era aprovechada en el tratamiento de fiebres y algunas enfermedades de la piel. Además se empleaba para aumentar la leche en las mujeres que amamantaban.
Un tinte natural: Los aztecas la cultivaban para extraer de sus pétalos machacados tinta para sus textiles y cueros, mezclados con la resina de los pinos -oxtle- y otros elementos.
Foto: Isaac Esquivel / Cuartoscuro.
Poder ancestral: “La cuetlaxóchitl, (como era llamada antes y que significa "flor que se marchita"), simbolizaba para los mexicas la pureza y la nueva vida que obtenían los guerreros muertos en batalla. Se pensaba que regresaban a la tierra a libar de la miel de esta planta. Por eso se colocaba en los altares dedicados a los guerreros muertos en cumplimiento de su deber", explica Iglesias y Cabrera
Foto: Maria José Martínez / Cuartoscuro.