De acuerdo con un reporte de la Clínica Cleveland en Ohio, Estados Unidos, los casos de "síndrome de corazón roto", una miocardiopatía causada por el estrés, han tenido un notable aumento durante la pandemia.
Y es que las múltiples preocupaciones que la pandemia ha traído a la vida de las personas, las mantiene en un estado constante de estrés, lo cual podría estar generando un aumento de los casos del síndrome, también conocido como síndrome de Takotsubo.
A lo que cabe mencionar que el síndrome de corazón roto no implica ningún riesgo mayor a contraer o desarrollar alguna forma grave de Covid-19, ni produce un bloqueo de las arterias coronarias, sólo en algunos casos puede llevar a la muerte.
Asimismo, un artículo de la CNN, refirió que esta problemática puede afectar a pacientes que no padecen ni padecieron Covid-19, pero que han sufrido otras formas de estrés físico, social y económico en los últimos meses.
El síndrome se manifiesta con un dolor en el pecho, dificultad para respirar y latidos irregulares, y se produce cuando los músculos del corazón se debilitan; generalmente los pacientes se recuperan en el lapso de días o semanas.
Investigaciones sobre síndrome del corazón roto
De acuerdo con el estudio publicado en la revista especializada JAMA Network Open, los pacientes registrados durante la pandemia tenían dos veces más probabilidades de tener el síndrome del corazón roto.
El en este, se examinaron a 1.914 pacientes en cinco períodos distintos de dos meses, incluida una muestra de más de 250 pacientes hospitalizados en marzo y abril, durante el pico temprano de la pandemia.
Por lo que se concluyó que el aumento de casos estaba probablemente relacionado con el “estrés psicológico, social y económico” causado por la pandemia, que incluye “cuarentena impuesta, falta de interacción social, reglas estrictas de distanciamiento físico y sus consecuencias económicas en la vida de las personas”.
Por otro lado, el estudio no indagó en los vínculos entre el síndrome del corazón roto y el estrés de tener coronavirus, o ver a un familiar sufrir la enfermedad.