Recientemente se dio a conocer que la fábrica productora de galletas Oreo en Koog aan, pueblo de Holanda, usa amoníaco (NH3) para conseguir su característico color negro.
Lo hacen añadiendo el amoníaco a granos de cacao molidos para obtener el polvo de este color, que posteriormente es comprado por Mondelez.
Conglomerado responsable de las galletas Oreo alrededor del mundo.
La investigación reveló que el gobierno estaba enterado de ello, pero una fuerte cantidad de dinero los hizo callarse.
Por lo que distintos ambientalistas han criticado duramente a Mark Rutte, primer ministro de los Países Bajos.
¿Por qué se penaliza a un agricultor por el uso excesivo de amoníaco mientras que la gran industria de galletas Oreo obtiene el visto bueno del gobierno?, se preguntan.
Al respecto, Mondelez se apresuró a responder que el amoníaco no afecta la integridad del producto ni de quien lo consume, sino que sólo es tóxico para el medio ambiente. No pues... ¿gracias?
Amoníaco empleado en galletas Oreo es altamente perjudicial para el ambiente
El conglomerado responsable de las galletas Oreo, reveló que los humanos no corren peligro en seguir consumiendo su producto, pues “sólo es perjudicial para el medio ambiente”.
Aquí parte de su respuesta: “Las galletas Oreo que hay en el mercado son seguras para comer y no suponen ningún riesgo para la seguridad alimentaria”.
Y agrega: “El amoníaco se pierde durante el proceso de cocción”.
En consecuencia, no existe un límite europeo de ingesta diaria; sin embargo, el amoníaco sí es tóxico para quienes lo inhalan.
Afectando las mucosas y las células epiteliales de los pulmones y esófago.
Por ello, la Agencia de Alimentos FASFC enfatizó que las galletas Oreo deben llevar una leyenda en el empaque que aclare:
“Este es un aditivo alimentario autorizado, utilizado principalmente por su efecto de fermentación”.
Agencia de Alimentos FASFC
¿Qué hace el amoníaco en las galletas, no sólo en las Oreo?
El amoníaco es capaz de prosperar en masas con muy poca agua, dejando una burbuja muy fina que no compromete la estructura de las galletas Oreo.
Por ello, se emplea como gasificante para subir la masa y en porciones pequeñas, se va con facilidad sin comprometer el sabor.
Lo cierto es que se ha comprobado que el amoníaco es tóxico para el medio ambiente, por lo que aparentemente a raíz de esta noticia se supervisará con mayor atención todo su uso.