¿Tienes un fetiche con los pies? Ni te preocupes, aquí te diremos qué tan normal es la podofilia; su nombre oficial.
Al tratarse de un fetiche, la podofilia hace que las personas se exciten sexualmente al ver, oler, acariciar, besar, lamer o chupar los pies de su pareja.
Como verán, hay múltiples formas de disfrutar los pies. Y si te parece raro, lamentamos decirte que es normal.
Cada persona tiene distintas maneras de excitarse y hay quienes lo hacen con los pies. Así como a algunos les gusta determinada comida, en la intimidad hay mucha variedad.
El gusto por los pies es común, pero particularmente entre los hombres. A la podofilia le siguen el usar ciertas prendas o ser atado. Mmmmm.
¿Debes esconder tu podofilia?
Tener gustos sexuales forma parte de tu intimidad y como tal, sólo tú tienes el derecho de compartirla.
Lo que no es sano es esconder que tienes un fetiche con los pies por vergüenza o culpa, porque no tiene nada de malo.
Ahora, si en lugar de podofilia se trata de una parafilia, allí sí hay que tener cuidado.
Quienes tienen una parafilia a veces “dependen de manera obsesiva y permanente de ese fetiche” para lograr excitación
“Si ese remordimiento lo llevan a volver a buscar el fetiche, pueden ser señales de que hay que buscar ayuda profesional”
Fernando Rosero, médico especialista en salud sexual.
Lo importante es saber que hay tratamientos que pueden ir desde terapia hasta medicamentos.
¿Te debe asustar que a tu pareja le gusten los pies?
Si tu pareja tiene un fetiche con los pies y te incomoda o asusta, una buena recomendación es acudir a terapia o con un sexólogo que les ayude a procesar tanta información.
Lo cierto es que la podofilia es normal. Es un fetiche (gusto relacionado con la sexualidad) y el hecho de que a ti no te guste, no quiere decir que está mal.
De momento te podría servir el tener en mente que la una hipótesis freudiana relaciona, los fetiches con experiencias vividas en la infancia.
“Puede deberse a que el pie y los genitales ocupan áreas contiguas en el cerebro y puede haber enlaces entre los dos”
Vilayanur S. Ramachandran, neurólogo.
Como todo en la vida... la infancia es destino, hasta que se trabaja. Funciona hasta con los fetiches.
Otras teorías apuntan a que la atracción por los pies se debe a que generalmente están cubiertos.
Como sea, conocer que un fetiche podría derivarse de algo mucho más profundo podría llevarte a empatizar con el otro. Mucha suerte.