Seguro has escuchado la típica frases “¡qué masoquista!” para hacer referencia a una persona a la que presuntamente le gusta sufrir.

Esta expresión se deriva del significado sexual del masoquismo, que quiere decir “dominación” en la intimidad. El masoquismo es distinto de un fetiche.

“Cualquier persona puede practicar sadomasoquismo en algún momento de su vida, pues la dominación siempre puede estar presente sin llegar a ser un trastorno”

José Bustamante Bellmunt, secretario general de la Asociación Española de Especialistas en Sexología.
Masoquismo

Ahora bien, ¿qué significa que una persona sea masoquista? simplemente que participa en una práctica sexual poco habitual o que se sale de la norma.

No necesariamente está mal, siempre y cuando sea consensuado. Los fetiches, empero, son gustos sexuales relacionados con un objeto o una parte del cuerpo en específico.

Masoquismo

¿Cuál es la causa del masoquismo?

En el masoquismo, el dolor es percibido como placentero, aunque algunos apuntan que el objetivo es la dominación en sí.

Pero, en un encuentro o relación masoquista también está la otra parte: aquella a la que le gusta la sumisión o sentir dolor durante las relaciones sexuales.

Un interesante estudio realizado por la Universidad de Dusseldorf reveló una posible explicación al masoquismo:

Las personas con conductas masoquistas sufrirían una alteración en la modulación del procesamiento de información somatosensorial.

Masoquismo

Así, el dolor, que en la mayoría de las personas aumenta la activación, sería percibidos como “normal” para los masoquistas.

Sin embargo, recientemente hay una mayor aceptación al masoquismo por parte de personas que buscan variar o encender la chispa de su relación.

“Muchas personas se han atrevido a practicar un tipo de juegos sexuales que hasta ahora no habían probado o que les había dado vergüenza sacar a la luz”

José Bustamante Bellmunt, secretario general de la Asociación Española de Especialistas en Sexología.
Masoquismo

Masoquismo de alto y bajo voltaje

Dentro del masoquismo hay una gran variedad y cada pareja explora las actividades que le resultan más excitantes.

Lo cierto es que es común que el masoquismo incluya tanto con daño físico como dominación, aunque hay quienes se inclinan sólo por una

  • Dolor físico: quemaduras con velas, pellizcos, ataduras fuertes, golpes y bofetadas durante el encuentro sexual, además de mordiscos en la zona genital y los pechos.
  • Dominación: todo tiene que ver con obedecer al otro. En el bondage, por ejemplo, se requiere que haya ataduras en las manos y en los pies, vendas en los ojos o mordazas en la boca.

En ocasiones, el masoquismo se convierte en un simple juego de interpretación de roles. Sin embargo, el dolor sigue siendo la fuente de placer.

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