Un residente de Carolina del Norte, Estados Unidos, pagó mil 400 pesos por una suscripción porno que su perro Marino ordenó accidentalmente.

Thomas Barnes contó su historia con DirecTV, una compañía de televisión por satélite que se negó a cancelarle la factura, pues no creyeron que el perro hubiera contratado una suscripción porno.

Pero resulta que sí, el dueño está seguro de que el no tan inocente Marino saltó a su cama y, sin darse cuenta, presionó el botón equivocado con sus patas.

Así, cuando Thomas se dio cuenta de que su perro había aceptado una suscripción al Hustler, un canal porno, tuvo que hacer una llamada embarazosa.

Adicción al porno.

Compañía no cree que el perro de un usuario se suscribió a un canal porno

En DirecTV informaron a Thomas Barnes que la suscripción porno que aparentemente su perro contrató, sería cancelada.

El hombre, de 58 años, se sintió satisfecho hasta que el cargo de mil 400 pesos nunca volvió y tuvo que hacer llamada y luego otra, sin ningún éxito.

Así que cuando llegó el momento de pagar otros mil 400 pesos por un canal porno que él no contrató, prefirió que le cortaran el servicio.

“Les dije que me estaban quitando comida de la boca al pagar eso, es como si me estuvieran robando y se negaron a averiguar si si quiera yo había contratado eso intencionalmente”, dijo.

Marino, perrito que ordenó un canal porno

En consecuencia, llevo su queja a la Comisión Federal de Comunicaciones y el servicio de televisión finalmente accedió a darle un crédito a Barnes por la suscripción no solicitada de un canal porno.

Lo cierto es que es muy probable que el perro Marino no vuelva a dormir en la cama si el control de la televisión está cerca.

“Hay un problema cuando hay un error, y esperaban que yo pague por el error”, finalizó Thomas.