La peluchofilia, como su nombre lo indica, es la atracción sexual por los peluches o personas disfrazadas de animalitos; es decir, un fetiche.
A la peluchofilia también se le conoce como ‘ursusagalamatofilia’ y algunas personas, contrario a excitarse con peluches, prefieren disfrazarse a sí mismas.
Al tratarse de un fetiche, se trata de una práctica sexual inofensiva elegible en cada persona y que se deriva de una sexualidad diversa.
¿Por qué una persona tiene Peluchofilia?
Los fetiches son un gusto particular relacionado con un objeto o una parte del cuerpo en específico. Aquí entra la peluchofilia.
Dentro de la peluchofilia también existe una amplia gama de comportamientos: mientras que algunos gozan con disfraces de peluches, otros prefieren masturbarse con ellos.
Ello porque la textura de los peluches y de los disfraces de animalitos resultan agradables al tacto. Aunque también su dulzura podría producir excitación.
Asimismo, es frecuente que una persona que disfruta de la peluchofilia coleccione varios juguetes de peluche de distintas formas y tamaños.
Martin Seligman, psicólogo, explica que la mayoría de los fetiches surgen en la infancia por un condicionamiento clásico y como resultado de un momento de excitación.
Este, conseguido a través de un objeto determinado o asociado a él, por eso se les llama fetiches.
En el caso de la peluchofilia, no tiene relación alguna con la zoofilia (mantener relaciones sexuales con animales) y por tanto es inofensiva.
Para que la peluchofilia fuera considerada una parafilia, tendría que convertirse en una adicción o la persona conseguir excitación únicamente con peluches.
¿Te debe dar vergüenza la peluchofilia?
La peluchofilia es un fetiche y como tal forma parte de la sexualidad y sólo tú puedes tomar la decisión de compartir este gusto.
Sin embargo, la peluchofilia es normal dentro del espectro de la sexualidad e incluso se presta para juegos eróticos en pareja, debido a los disfraces.
No obstante, si a tu pareja sexual no le interesa, recuerda que todo debe ser consensuado y que la terapia de pareja siempre es una buena opción.