En la intimidad la vanidad no solo es cosa de mujeres, pues los hombres también quieren rejuvenecer sus partes íntimas, a ello te contamos en qué consiste el Scrotox.

Sin duda hoy en día el rejuvenecimiento íntimo se ha vuelto más común de lo que pareciera, por lo que no solo las mujeres pueden hacerse algunos arreglitos en aquella zona, sino también los hombres.

Por lo que una de las tendencias estéticas íntimas para hombres que más llama la atención es el procedimiento conocido como Scrotox, el cual sirve para rejuvenecer las partes íntimas de los varones.

¿Qué es el Scrotox y por qué los hombres quieren rejuvenecer sus partes íntimas?

¿Qué es el Scrotox, la técnica con la que los hombres quieren rejuvenecer sus partes íntimas?

El Scrotox es un procedimiento de cirugía estética se ha convertido en todo un fenómeno entre los hombres que quieren rejuvenecer sus partes íntimas.

Debido a que el Scrotox consiste en paralizar los músculos del escroto, que es la bolsa que cubre los testículos, con el objetivo de disminuir la aparición de arrugas y hacer que parezca más grande esta parte íntima de los hombres.

A esto que el procedimiento del Scrotox se trate de una inyección de bótox en el escroto, de aquí que sirva para rejuvenecer las partes íntimas de los varones.

Por lo que se debe hacer una inyección de entre 10 y 20 unidades de bótox en ambos lados de la bolsa escrotal.

Con dicha aguja, el especialista debe inyectar varias veces el escroto para lograr la mayor cobertura de la zona.

Pese a esto el tratamiento de Scrotox es totalmente ambulatorio, por lo que los hombres no necesitan estar internados.

Aunque el Scrotox se ha vuelto popular como en Estados Unidos se ha visto un aumento del tripe de hombres entre 20 y 50 años que se han realizado este procedimiento, el costo no es muy accesible.

Ya que el precio para el Scrotox rondar entre los 500 dólares por sesión (casi 10 mil pesos al tipo de cambió actual).

Asimismo, para los hombres que desean hacerse el Scrotox deberán contar con una salud óptima, tanto física como mental, así como no tener miedo a las agujas.

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