El squirting o eyaculación femenina se ha puesto muy de moda en los últimos años, aún cuando no todas las mujeres son capaces de lograrlo, o se sienten cómodas haciéndolo.
Y, a pesar de ser tan sonado, son sobre todo los hombres quienes están ansiosos de verlo, pero no saben diferenciar un squirting del acto de orinar.
Ok, reconozcámoslo, no es cosa fácil. Cuando ellos llegan al orgasmo, lo vemos claramente a través de la eyaculación, pero en la mayoría de las mujeres es más una sensación interna.
Otras claro, tienen el squirting, y unas más incluso pueden lograrlo con facilidad. Pero, ¿qué es exactamente y cómo reconocerlo?
¿Qué es un squirting y cómo diferenciarlo de la orina?
Aunque el squirting también es conocido como eyaculación femenina, no es lo mismo. Provienen de lugares diferentes.
En su blog Sexo en la Piel, la sexóloga Ana Lombardía define el squirting como “un líquido diluido y muy acuoso que se expulsa por la vejiga urinaria”.
En tanto, la eyaculación femenina es “un líquido blanquecino, espeso y escaso que se expulsa por la vagina”.
Ni el squirting ni la eyaculación femenina aparecen cada vez que tenemos sexo o recibimos alguna estimulación y tampoco son excluyentes el uno del otro.
Para diferenciarlo de la orina, toma en cuenta los siguientes puntos:
- Suele ir acompañado del orgasmo, pero tampoco como regle general; es decir, no siempre es así.
- Puede ser un líquido muy abundante (hasta medio litro) proveniente de la vejiga y que sale de la uretra.
- Se asocia a la estimulación del punto G.
- No huele ni mancha.
- No todas las mujeres son capaces de experimentarlo.
- No es orina, en su mayoría está compuesto de agua.
Por su parte, la eyaculación femenina, contrario al squirting, viene acompañada del orgasmo y la cantidad de líquido a veces es tan mínimo que puede llegar a camuflarse con el lubricante.
Asimismo, todas las mujeres tendrían que poder llegar a experimentarla.
¿Cómo lograr un squirting?
El primer paso para experimentar un squirting es localizar el punto G, sentirte cómoda, relajada y excitada; es decir, estar en un espacio seguro.
Si lo haces con tu pareja, lo mejor es que vayas guiando sus pasos para lograr la mayor estimulación posible.
La mejor forma de acceder al squirting es tumbada boca arriba e introducir uno o dos dedos con la palma hacia arriba, tocando la pared anterior de la vagina. Sabemos que hemos llegado al punto G por el placer que causa su estimulación.
Para comenzar, lo mejor es hacer movimientos seguidos e ir aumentando la velocidad. Puede hacerse con la mano o con ayuda de un juguete sexual como este.
Posteriormente, la doble estimulación; acariciando el clítoris mientras esperamos el squirting es una gran idea, recuerda que se trata de dejarte sentir y no estar presionada o cohibida.