De acuerdo a investigadores y científicos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, un estudio demostró que el sargazo en las costas del Caribe contiene arsénico, cobre, manganeso y molibdeno, sustancias que pueden ser tóxicas para la salud.
Rosa Elisa Rodríguez Martínez, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Autónoma de México dio a conocer los resultados de su investigación en donde apunta que los componentes del sargazo, en altos niveles pueden provocar daños a la salud.
Dicho estudio se realizó a través de 63 muestras de sargazo en donde también se encontraron rastros de aluminio, calcio, cloro, cobre, hierro, potasio; magnesio, fósforo, plomo, rubido, azufre, silicio, estroncio, torio, uranio, vanadio, zinc, entre otros elementos que pueden llegar a ser tóxicos, en especial el arsénico.
El sargazo ha sido un problema recurrente de las costas del mar Caribe y sus principales zonas turísticas de Quintana Roo desde el 2014 aumentando su volumen en 2018.
Esta situación ha mermado el turismo en las zonas no solo por contrastar con el azul turquesa y arena blanca característico de la zona, sino por el olor que el sargazo provoca ya que atrapa peces que mueren al ser arrastrados a las costas y la intemperie, así como la presencia de bacterias en ella.
Rodríguez Martínez quien también forma parte de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales en Puerto Morelos indicó que en los últimos cuatro años llegaron a las costas millones de toneladas y muy pocas fueron removidas.
El sargazo afecta a los ecosistemas de la costa como manglares, playas, arrecifes de coral y pastos marinos pues como consecuencia del oleaje regresan al mar enturbiándolo y tornandolo café. Esto reduce el oxígeno, la luz y aumenta niveles de sulfuro, nitrato y amonio deteriorando la calidad del agua provocando la decoloración en corales.
De acuerdo a la experta, este proceso que se ha convertido en los últimos años en un ciclo, impide que las plantas marinas realicen correctamente la fotosíntesis y provoque irremediablemente su muerte.
Por si esto fuera poco, desde el 2018 se ha registrado un alza en la mortalidad de la fauna marina, es decir peces, moluscos y crustáceos. Ante estos nuevos descubrimientos respecto al sargazo, la experta de la UNAM inquirió en analizar bien la acumulación de los elementos antes de utilizarlo en las diversas industrias.
“Es necesario encontrar formas adecuadas para su manejo, para que no se deteriore nuestras playas ni ecosistemas costeros, así como el acuífero. Un manejo eficiente evitara afectaciones a la economía de Quintana Roo, pues ha impactado en el turismo debido a su mal aspecto, mal olor y posible irritación de la piel”
Rosa Elisa Rodríguez Martínez
Con información de Excélsior.