La medicina ha escrito un nuevo capítulo en su historia. Esta semana fue dada a conocer la hazaña de un grupo de médicos cirujanos de Reino Unido que lograron operar con éxito a un feto con espina bífida, sin sacarlo del útero de su madre.
Jaxson fue diagnosticado con esta condición cuando llevaba apenas 20 semanas de gestación y desde entonces, los médicos comenzaron a idear un plan para operarlo con la intención de que sufriera la menor cantidad de afectaciones posibles pues en la parte externa de la espalda, tenía una bolsa de piel en la que se encontraba parte de sus sistema nervioso, y varias de sus vértebras estaban totalmente desacomodadas.
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De no haber sido operado, el bebé podría haber desarrollado infecciones, parálisis o pérdida de sensibilidad en las piernas, pero a pesar de que la intervención nunca supuso una cura, aumentó considerablemente la posibilidad de que Jaxson camine.
Para hacer la operación en el nonato, los especialistas realizaron tres incisiones en el vientre de la madre y a través de ellas introdujeron el instrumental y una cámara que les permitía ver el interior del útero.
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La cirugía se realizó cuando Jackson tenía ya 27 semanas de gestación, luego el feto continuó desarrollándose dentro del vientre de su madre; seis semanas después nació y fue reportado como sano, pero aún está en el hospital bajo observación médica.
Cirugías en fetos
Aunque las cirugías en fetos han nacido se practica desde hace varios años, esta es la primera vez que el paciente no sale del útero para ser intervenido de la columna vertebral.
Tan sólo en febrero de este año, se reportó el caso de un feto de 24 semanas que fue extraído del vientre materno para operarlo también de espina bífida, y tras la operación fue devuelto útero con éxito.
Con información de ABC.