Los pequeños placeres de la vida están en todos lados; podemos encontrarlos en oler una flor, abrazar a una persona a quien queremos, dedicarle tiempo a nuestro pasatiempo favorito o incluso en darle una mordida a un chocolate y sentir cómo luego de crujir, se deshace en nuestra boca.
Y lo mejor de todo es que este último no sólo es delicioso y nos encanta sino que, igual que el vino tinto, está lleno de bondades que pueden ayudarnos a mejorar nuestra salud e incluso nuestra apariencia al frenar la aparición de arrugas y flacidez en la piel.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Exeter de Inglaterra, el alto contenido que estas dos delicias tienen de flavonoides, un componente con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes; por lo tanto, al consumir cualquiera de los dos con moderación, le podríamos ayudar a nuestra piel a mantener una apariencia siempre lozana e inquebrantable.
El equipo de investigación liderado por Eva Latorre realizó diversas pruebas en células de piel humana y encontraron que al exponerlas a los compuestos incluidos en los chocolates y el vino tinto, reaccionaban positivamente a los flavonoides pues mostraban señales de rejuvenecimiento y tardaban más en deteriorarse.
Por si el hecho de que nos ayude a prolongar una imagen joven no fuera suficiente, una reciente investigación detalló que el consumo dse una pequeña cantidad de vino tinto al día, podría ayudar a que los astronautas logren viajar al espacio.
Lo anterior debido a que tras unos días de viaje, la falta de gravedad provoca que los músculos del cuerpo humano se debiliten, sin embargo, el vino podría ser capaz de detener este proceso natural debido al alto contenido de resveratrol que hay en él.
Ahora que lo sabes, quizá deberías mantenerlo cerca en tu dieta. Eso sí, recuerda que igual que el resto de las bebidas alcoholicas, debe ser consumida con moderación y responsabilidad