Mucho se ha hablado de Black Panther durante este inicio de 2018, todo de manera positiva; que si es la mejor película de Marvel en la historia, que si es una obra revolucionaría, un parteaguas en el género de los superhéroes. Así, la preguntaba quedaba en el aire, ¿En realidad el Rey T’Challa merece tantos elogios? La respuesta rápida, SÍ. Tal vez no sea el mejor filme del género heroico, pero sí es el mejor del MCU en años.
Vayamos por partes. La obra nos pone unas semanas después de los eventos de Civil War, con un príncipe de Wakanda a momentos de ser coronado como el nuevo monarca. Si bien, tiene todas las intenciones de ser un buen jefe de Estado, como supuestamente lo fue su padre, las cosas no serán fáciles para T’Challa, pues encontrará resistencia por parte de otras comunidades de la misma Wakanda, así como de Eric Killmonger, quien no está de acuerdo con el actuar político y cultural que ha tenido la nación africana desde su instauración.
Bajo esta premisa, la obra se mueve en un tono que rompe con lo que Marvel había establecido en los últimos 4 años; dejando de lado el humor fácil, para centrarse en una trama con tonos más solemnes y contemplativos; pero no por eso, menos disfrutable.
Así como Winter Soldier en su momento, Black Panther nos pone en un ambiente donde lo político, el poder y lo social están presentes en todo momento. Mientras el Cap nos hablaba de la seguridad nacional, y qué tanto a esta le estaba permitido llegar con tal de mantener el balance dentro del Estado; Panther trata de establecer qué pasaría si un grupo históricamente oprimido tuviera acceso un poder casi ilimitado. Eso es lo que enfrentará al héroe y el villano; el conflicto es más ideológico que físico.
Es por ello que por fin se nos entrega un antagonista memorable, algo de lo que han adolecido gran parte de las obras superheroicas. Hasta cierto punto, sus motivaciones tienen un fundamento fuerte, tanto así que el público bien podría sentir empatía por Killmonger; su ser va más allá de encarnar al mal sólo porque sí.
Ojo, esto no quiere decir que no haya momentos que rompan con lo pesado de este conflicto. El humor está presente y muy bien llevado, nada que abrume al espectador; de hecho, los chistes son tangenciales al propio personaje principal, quien se mantiene todo el tiempo en tono en cuanto a representar a un rey africano.
Es aquí donde destacan los personajes secundarios, que curiosamente, son en su mayoría mujeres. Desde Okoye, la líder de las Dora Milaje, la guardia personal del rey; hasta la joven Shuri, científica experta principal de Wakanda y hermana de T’Challa, pasando por Nakia, espía e interés amoroso del monarca; todas cumplen un rol específico que las encumbra y jamás las hace menos que Panther, de hecho, cada una de ellas, a su manera, guía al recién coronado para que pueda desempeñar su labor de la mejor manera posible. Black Panther, la película y el héroe, no se podría comprender sin alguna de ellas.
En el aspecto técnico también sobresale. Disney y Marvel muestran su maestría en el ramo, con escenas de acción bien ejecutadas, CGI adecuado y momentos estéticamente hermosos. Podemos decir lo mismo de la banda sonora; fuera de lo que nos vendieron los trailers, no estamos ante una producción llena de hip-hop; el espectro musical recorre varios géneros e incluso se recrean tonadas propiamente africanas, destacando los tambores y cantos ceremoniales de aquella región.
Ahora bien, no todo es perfecto en la obra. Dada su estructura más seria el general de MCU, bien podría parecer demasiado aburrida y que cae en varios momentos para aquellos acostumbrados al tono humorístico de este universo; esto también va por la duración, la cual no ayuda a aminorar ese posible sentir. Otro punto que puede decepcionar al fan, es que las referencias al MCU son mínimas; tanto que se siente totalmente independiente al mismo, una muestra es que cosas tan características como las escenas post-créditos y el cameo de Stan Lee se sienten totalmente fuera de lugar.
Asimismo, cuando caemos en cuenta que se trata de una visión estadounidense (aunque el director y gran parte del staff sea afroamericano) de África, el discurso se tambalea; por lo que debemos de tener en claro que, a pesar de todo, estamos ante una obra que no pretende ser un documento fuerte sobre geopolítica, sociología o filosofía política.
Black Panther no es perfecta, tampoco es revolucionaria, y quedará en cada uno establecer si alcanza o es mejor que Winter Soldier, la que para muchos es la mejor entrega de Marvel Studios. Lo que sí logra, es ser una de las mejores películas del género heroíco en su totalidad y, como mencionamos al principio, la mejor del MCU en casi un lustro, siendo tan singular que no parece que sea de las mismas personas responsables de Thor Ragnarok, Iron Man 3 o Civil War.
Para bien o para mal. Black Panther es la película de Marvel para la gente que no le gustan las películas de Marvel.