Seamos honestos, a casi ninguna persona del mundo le gusta la escuela en su totalidad; si bien hay momentos que la hacen agradable (como los amigos, ciertos profesores y materias), en general la percepción del estudiantado es que las instituciones educativas son una especie de prisiones de 7 horas diarias para menores de edad. Bueno, qué pasaría si en realidad las escuelas fueran instituciones carcelarias que nos castigaran por incurrir en una falta para con nuestros compañeros y compañeras.

Esa es la premisa de Prision School, donde nos encontramos en la Academia Hachimitsu, la cual sólo permitía la inscripción a mujeres hasta este curso, donde se permitió la llegada de hombres. No obstante, sólo 5 estudiantes masculinos se registraron a la misma. Si bien esto parecería el escenario ideal, al estar rodeado de bellas adolescentes, la realidad es otra.

Dentro de la escuela impera la ley del Consejo Estudiantil Secreto, el cual se basa en castigos ejemplares para mantener el orden. Esto es lo que descubre Kiyoshi Fujino y sus amigos cuando, al tratar de espiar a sus compañeras, son enviados a la prisión de la escuela, donde las encargadas tratarán de quebrarlos física y psicológicamente.

Lo interesante de la obra, más allá del fanservice que puedan entregar los y (sobretodo) las protagonistas; es que está presto para la polémica inmediata, porque, además de pintar a la escuela como el peor lugar del mundo; muestran matices morales sin tomar partido; tanto hombres como mujeres son pintados en su peor estado ético. La perversidad y morbosidad de los hombres se contrapone a al sadismo y fanatismo de las mujeres, donde no sabes quién tiene la razón al final; cuando parece que las chicas han ido más allá de lo necesario, los hombres demuestran que no aprenden por más castigo que se les imponga.

Para todos los fans, obra nos llega en español gracias a Editorial Kamite, con una edición decente que respeta el material original, tanto en la calidad de papel, como en distribución de contenido e impresión.

Asimismo, para quienes se preocupan de la adaptación a nuestro idioma, les podemos decir que pierdan cuidado, pues la esencia del texto no se pierde al pasar del japonés al español; sobretodo cuando las máximas morales son tan importantes en el desarrollo de la historia, siendo estás las guías de la familia Kurihara, quienes se basan en frases como "Nadie que le guste el sumo es mala persona" para desenvolverse en su vida diaria.

Actualmente, el primer número ya está disponible, siendo una buena opción para todos aquellos que están hartos de otros géneros del manga; aunque eso sí, si le dan una oportunidad les reiteramos que no es una obra de moralidad absoluta, por lo que si buscan algo de "buenos" contra "malos", muy probablemente se decepcionen. Aquí nadie es 100% bueno o malo.