Luego de varios meses de misterio alrededor del supuesto asteroide 2020 SO, la NASA confirmó lo que se venía sospechando desde hace un tiempo; se trata ni más ni menos que de un pedazo de basura espacial, para ser más exactos, es el propulsor del cohete Centaur.
La confirmación la hicieron un grupo de investigadores dirigidos por Vishnu Reddy del Laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de Arizona. Si bien fue un descubrimiento curioso, señala que es de vital importancia poder identificar este tipo de objetos.
Menciona que debemos de tener la capacidad de identificar todos los objetos que se acerquen a la Tierra, sean naturales o artificiales (como el asteroide 2020 SO), pues conforme la humanidad expanda sus horizontes, será más común encontrar este tipo de piezas olvidadas.
El asteroide 2020 SO se detectó a mediados de año
2020 SO se detectó en agosto de este año, desde ese momento causó revuelo entre los astrónomos, pues su trayectoria lo ponía en curso a la Tierra; pero sus características, como velocidad y forma lo volvían on objeto atípico a todo lo registrado anteriormente.
Paul Chodas, director del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS), hizo una serie de cálculos basándose en su movimiento, tamaño y velocidad, apuntando a la teoría de que se este sería un pedazo de la nave Centaur lanzada en 1966, que resultara fallida.
No sólo eso, señaló que bien podría ser la parte superior del cohete, la cual no se precipitó a la Tierra al momento de desprenderse; poniéndose en órbita en torno al Sol a lo largo de todo el Sistema Solar, retornando en este momento a su lugar de origen.
Algo curioso es al inicio se mencionó que el asteroide 2020 SO tenía posibilidades de convertirse en una segunda Luna; si bien esa sigue siendo una opción, ya no resulta algo tan atractivo como al inicio, por lo que cuando sea desechado por el planeta en marzo de 2021, no supondrá una gran perdida para la astronomía.
Con información de NASA.