Científicos de Austria desarrollaron una nueva técnica que permitirá ver en pleno día la basura espacial que gravita alrededor de la Tierra.
Este avance es de suma importancia, ya que permitirá monitorear de manera constante los residuos, que se han convertido en una amenaza para los satélites activos, según destacan sus autores en un estudio publicado el martes por la revista Nature Communications.
¿De dónde proviene la basura espacial?
Según datos del ejército estadounidense, desde 1957 se pusieron en órbita cerca de 9 mil satélites y otros 23 mil objetos de más de diez centímetros que gravitan alrededor de la Tierra a más de 20 mil kilómetros por hora (km/h).
A tal velocidad, es posible que se registre una colisión, que además de destruir un satélite activo, puede crear más basura espacial.
Y a todo esto, ¿de dónde proceden estos restos? De dos eventos en concreto:
- La destrucción por parte de China de uno de sus satélites con un misil, ocurrida en 2007
- La colisión entre un satélite militar ruso y un satélite de comunicaciones, registrado en 2009.
¿Con qué ténica será posible ver la basura espacial durante el día?
Hasta el momento sólo es posible observar la basura espacial desde estaciones de observación óptica, apenas durante unas horas en el crepúsculo, cuando la estación situada en la Tierra está en la oscuridad pero los restos son iluminados por el Sol.
Ahora científicos con sede en Austria afirman haber logrado extender ese periodo de observación con una nueva técnica que consiste en utilizar al mismo tiempo un telescopio, un detector y un filtro para aumentar el contraste entre los objetos y el cielo.
Los autores del estudio afirman que con este procedimiento, aun en fase experimental, sería posible vigilar la basura espacial durante 22 horas al día, frente a las seis de la actualidad.
Michael Steindorfer del Instituto de Investigación Espacial de la Academia Austriaca de Ciencias y coautor del estudio, confía que esta técnica pueda ayudar a resolver el problema de la basura espacial.
Esto "contribuiría de manera significativa a futuras misiones de retiro de basura espacial o a mejorar las previsiones orbitales en caso de alerta" de colisión.
Michael Steindorfer, coautor del estudio
Con información de AFP.