Desde que se anunció que el universo de Watchmen y el de las series regulares de DC Comics se iban a unir, muchos fans se mostraron escépticos al respecto, no creían que la complejidad de la historia de Moore pudiera cuadrar del todo en la construcción del DC Universe; sin embargo, Geoff Johns entregó una obra redonda con Rebirth en 2016, donde, con sólo un par de elementos, se daba a entender de lo que iría todo el proyecto. Ahora, un año después, llega The Button, donde la historia toma otro matiz, más que afortunado.
La trama es la siguiente: Batman decide de una vez por todas investigar acerca del extraño botón (perteneciente al Comediante) que encontró en la Baticueva durante los eventos de Rebirth, para ello necesitará de la ayuda de Flash, quien es parte del caos desatado en su línea temporal a raíz del evento Flashpoint de hace unos años; con lo que no contaban era con la aparición de Reverse Flash, quien también tiene la intención de descubrir el misterio del botón, lo cual lo haría encarar al mismo Dios, es decir, el Doctor Manhattan.
Algo que debe de quedar claro desde este momento es que este especial en realidad no explica mucho de lo que es la supuesta intervención de Jon Osterman en el mundo de la Liga de la Justicia; como en Rebirth, se dan pequeñas pistas, pero nada concreto. Esto no quiere decir que esas pistas o referencias tengan que ser desechadas, al contrario, forman parte de todo este entramado que se está tejiendo alrededor de la omnipotente figura, además de que los más versados en los cómics de DC encontrarán varios puntos importantes, incluso retomados de momentos tan importantes y viejos como la JSA y la Crisis en las Tierras Infinitas (Ojo con la máscara del Psycho Pirata).
Esto es más una historia que sirve de cierre para Flashpoint, así como de análisis de la figura de Batman; sí, una vez más, pero que es tan bien llevado por los escritores (entre ellos Tom King) que nos entrega una faceta que nunca habíamos visto del Caballero de la Noche. Lamentablemente Flash cae en un estudio tan meticuloso como su compañero, simplemente se reitera su importancia debido a si liga con la Fuerza de la Velocidad y su capacidad de viajar (y alterar) el tiempo; esto a pesar de que el último tomo está dedicado a la dinastía de los velocistas.
En cuanto al estilo visual y narrativo podemos decir que es excelente, siendo los tomos de Batman los que se llevan las palmas, sobretodo el número 21, el cual es todo un homenaje a Watchmen, pues se utilizan los mismos recursos dramáticos y estéticos que usara Gibbons en su momento; la distribución de la viñetas, los colores, el ritmo de la acción; todo está ahí y queda mi bien cuadrado, tanto que pareciera un capítulo más de la novela gráfica, que de un tomo del Hombre Murciélago. Si bien todo el evento es encomiable, sin lugar a dudas es el inicio el que se lleva las palmas.
The Button continúa con lo inaugurado por Rebirth, haciendo más larga la espera para ver la esperada confrontación con el otrora físico; sin embargo esa es su mayor virtud y la de todo el proyecto, pues replica la estructura de los eventos de antaño, que se construían poco a poco, con pequeños elementos arrojados a lo largo de varios meses (a veces años), que desencadenaban un escenario masivo; en lugar de aventar "sucesos que cambiarán el mundo" cada 3 meses si ninguna repercusión real y que se pierden en el olvido.
Todo indica que DC iniciará el segundo año del su renacimiento manteniendo la calidad que hasta ahora ha mostrado, algo que los fans deben de agradecer. Ahora bien, si no puedes esperar para ver una vez más a Manhattan, te diremos que su verdadera presentación llegará hasta dentro de unos meses, en The Doomsday Clock, donde se verá frente a frente con otro Dios, el poderoso Superman.