A todos nos gusta ver el cielo para poder mirar las estrellas, es una práctica que resulta bastante tranquila o en algunos casos romántica.
Pero luego de leer lo que te traemos a continuación, la próxima vez que mires hacia el cielo recordarás como fue que miles de estrellas formaron las primeras galaxias.
Primero debemos de partir del punto de que cuando miras a las estrellas, ya sea con un telescopio o a simple viste, lo que haces en realidad es mirar hacia el pasado. Esto se debe a que las ondas de luz viajan a través del espacio tiempo a 300 mil kilómetros por segundo.
Científicos conocen como eran las primeras galaxias
Gracias a una rama de la astronomía llamada radioastronomía, se puede determinar el origen, la composición y la distancia de las estrellas lejanas.
Para poder realizar su trabajo, los científicos dedicados a la radioastronomía, requieren de antenas muy grandes que funcionen de manera sincronizada.
Además, utilizan una técnica llamada interferometría, que requiere de obtener imágenes de mayor resolución a partir de imágenes pequeñas. Gracias a esta técnica se pudieron detectar las primeras ondas gravitatorias por medio de interferómetros láser.
Proyecto LOFAR
En Europa se encuentra un conjunto muy importante de las ya mencionadas radio antenas. Se encuentran ubicadas en Holanda, Italia, Francia, Alemania, Polonia y Reino Unido. Todas las radio antenas de estos países funcionan de manera sincronizada para poder darle vida al proyecto LOFAR (Low Frencuency Array).
LOFAR es el radio telescopio más grande del mundo que trabaja en ondas de baja frecuencia.
Fue gracias a LOFAR que los astrónomos pudieron detectar el nacimiento de estrellas en miles de galaxias distantes con una precisión impresionante.
Estos astrónomos pudieron distinguir galaxias con un gran parecido a la Vía Láctea, pero asombrosamente antiguas.
LOFAR combina señales de radio telescopios
Otro de los trabajos de LOFAR es combinar las señales de una enorme red de pequeños radio telescopios, que vienen siendo más de 70 mil antenas, y se encuentran unidos a una red de fibra óptica de alta velocidad. Ya que se han combinado las señales de todas las antenas, el efecto se vuelve muy poderoso.
Las ondas de baja frecuencia son imperceptibles para el ojo humano, pero viajan casi a la velocidad de la luz y crean partículas ultra energéticas.
Es gracias a este tipo de ondas que los investigadores pueden estudiar a profundidad cierto tipo de fenómenos como la explosión de supernovas, el choque de cúmulos de galaxias y tener conocimientos acerca de agujeros negros activos.
Por otro lado, el universo actualmente tiene 13 mil 800 millones de años y LOFAR ha podido detectar objetos tan distantes que corresponden a cuando el universo tenía solamente mil millones de años.
Los científicos se encargan de enfocar los telescopios hacia el cielo del hemisferio norte con un tiempo equivalente de exposición diez veces más largo que el que fue utilizado en 2019 para diseñar el primer mapa cósmico.
¿Cuál es la ventaja de tener telescopios como LOFAR?
Con ayuda de telescopios como LOFAR se puede conocer con mayor profundidad el origen del universo, o por lo menos desde que se formaron las galaxias.
Esto puede ayudar a comprender mejor la evolución que ha tenido el universo a gran escala. No olvidemos que conocer de dónde venimos nos puede ayudar a determinar hacia dónde vamos.
Pero aun así esto resulta un poco más complicado de lo que parece, puesto que solamente el 5% del universo es visible y el 68% es energía oscura; mientras que el 27% aún se desconoce de qué está conformado.
Pero lo que sí se sabe es que la energía oscura es la responsable de que el universo se expanda con la velocidad en que lo hace, mientras que la materia oscura parece estar ligada con la estructura de las galaxias.
Esto quiere decir que, si no existiera la materia oscura, las galaxias no podrían cohesionarse lo suficiente y las estrellas se esparcirían por todo el universo sin ningún tipo de orden.