Antes de que Sony con su PlayStation Mini causaran revuelo en todo el mundo, SEGA había anunciado hace varios meses la llegada de su propia mini consola retro, el Mega Drive Mini, basada en su sistema homónimo de la época de los 16-bits.
Según lo había planteado la desarrolladora, esta estaría disponible a finales de 2018; no obstante, dieron a conocer que ya no será así, retrasando el lanzamiento hasta una fecha desconocida de 2019. Sin embargo, en lugar de tener un estreno seccionado, se planea una llegada global a todos los territorios del mundo.
Así es, la consola se estrenaría al mismo tiempo en Japón, América y Europa. La razón del retraso se debe a que quieren evitar lo que pasó con Nintendo y sus plataformas mini, asegurando una buena distribución y unidades para todos los fans.
Con información de Gematsu.