La empresa estadounidense de transporte aeroespacial SpaceX intentará enviar un maniquí a la Estación Espacial Internacional (ISS) este sábado, una prueba de la que dependerá el retorno de los vuelos tripulados desde suelo estadounidense que se podrían realizarse este mismo año.
Las pruebas llevan tres años de retraso sobre el calendario inicial, principalmente porque los criterios de seguridad de este tipo de viajes son más exigentes que para lanzar satélites, probablemente por los incidentes de los transbordadores Challenger (1986) y el Columbia (2003), que explotaron en el aire.
De hecho, desde e regreso del transbordador estadounidense Atlantis el 21 de julio de 2011, ningún otro astronauta ha volado desde suelo estadounidense, por lo que la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) paga 82 millones de dólares a los rusos por cada astronauta que envían y regresan de la ISS.
La prueba será ejecutada con un cohete Falcon 9 equipado con una cápsula Crew Dragon en la parte superior, que será lanzada este dos de marzo desde la plataforma 39A en Cabo Cañaveral, Florida, en punto de las 2:49 horas locales.
Con información de AFP.