Un grupo de científicos australianos realizó la búsqueda más exhaustiva de vida extraterrestre que se tenga registro, pues analizaron 10 millones de sistemas solares con el fin de encontrar signos de civilización; lamentablemente, no se localizó nada en absoluto.

Para hacer su investigación usaron la matriz de amplio espectro del Observatorio Murchinson, que puede captar señales de radio de entre 70 y 300 hertz; con esto se dedicaron a explorar gran parte de la Constelación de la Vela, con esperanza de encontrar algún rastro, por mínimo que fuera.

Sin embargo, después de revisar el espacio profundo durante varias horas, no hubo reacción que indicara la presencia de ondas de radio procedentes de tecnología extraterrestre, que hubiera significado la existencia de vida inteligente.

Por lo tanto, se concluyó que, por lo menos en los sistemas vecinos a la Tierra, no existe nada como una civilización alienígena o algo parecido.

Extraterrestre

Una civilización extraterrestre debería de emitir ondas de radio

Hay que señalar que el estudio realizado por astrónomos australianos y el Observatorio Murchinson, parte del supuesto de que, necesariamente, una civilización extraterrestre debería de tener la tecnología suficiente para que esta emitiera ondas de radio.

Esto tomando como referencia a los propios seres humanos, que han convertido al planeta Tierra en una emisora de este tipo de señales, debido a todos los avances tecnológicos realizados desde finales del Siglo XIX.

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Sin embargo, se ha acusado al estudio de ser parcial en su conclusión, pues que no haya señales de radio no significa que no haya vida en otro planeta; simplemente bien podrían estar en una etapa previa al descubrimiento de las ondas de radio; la misma humanidad no logró una transmisión de este tipo hasta 1895.

Asimismo, no se está viendo la variable de la distancia; pues la separación entre los astros es abismal, lo que da como resultado que las señales tarden años en llegar de un punto a otro, si es que no desaparecen; es probable que los instrumentos terrestres no sean capaces de captar ondas emitidas por una civilización a años luz de distancia.

Con información de ICRAR.