El mundo del PC Gaming es una ciencia aparte, pues se requiere saber especificaciones técnicas que muchos pasan por alto cuando juegan en consolas o móviles; una variación en la configuración puede hacer que un componente destaque más o menos, cosa que experimentamos con la GeForce GTX 1660 Super de NVIDIA.
La tarjeta gráfica en sí misma es una gran pieza de hardware, pues cuenta con un precio relativamente accesible (comparado con otras de gama más avanzada) y no requiere de mucho para dar un buen rendimiento; aún así, hará sufrir a equipos modestos.
A continuación te daremos nuestra apreciación del rendimiento de la tarjeta; primero en una configuración adecuada y después en una más baja, rozando el límite de la capacidad de la computadora.
GeForce GTX 1660 Super en un equipo optimizado
Primero probamos la GeForce GTX 1660 Super en un equipo optimizado con un procesador Intel iCore de octava generación y 16 GB de RAM; si bien no era una máquina de gama alta actualmente, si corre sin ningún problema los juegos más exigentes.
Aquí probamos el recién lanzado 'Death Stranding', juego de Hideo Kojima que en PS4 ya lucía bastante bien. Podemos decir que nuestra experiencia fue muy buena, la tasa siempre fue estable en 60 fps y se mantuvo el detalle en todas las animaciones y elementos en pantalla.
No obstante, no podemos negar que en cierto momento sí se notó un bajón no muy significativo. Este llegó después de varias horas de juego, lo que nos indicó que el equipo en general había llegado a su límite, estableciéndose en una calidad gráfica, óptima para no bajar el framerate.
En general podemos decir que no nos dio problemas, siendo adecuada para un equipo de estas características, que cuenta con los elementos para dar una buena sesión de juego, si no se tiene una muy alta expectativa en cuanto a los gráficos (dígase 4K y trazado de rayos).
GeForce GTX 1660 Super en un equipo modesto
Ahora bien, ¿Cómo funciona la GeForce GTX 1660 Super en un equipo más modesto? Estamos hablando de uno con 8 GB de RAM y un procesador Intel Core i3-4340. Bueno, la tarjeta hace su trabajo; pero el resto de la máquina trabajará a marchas forzadas.
La pieza de NVIDIA tratará de ir más allá de lo que permite este tipo de configuración, lo que afecta en general la experiencia de juego así como los gráficos. Estamos hablando de una fluctuación en los fps que serán más que evidentes.
Hay que señalar que para esta prueba cambiamos de juego, pues sabíamos que la máquina no nos daría para 'Death Stranding'; en su lugar probamos 'Valorant'. El juego de Riot Games no es muy exigente gráficamente; no obstante, jamás pudimos alcanzar un nivel óptimo en visuales.
Hay que señalar que jamás alcanzamos los 60 fps, quedándonos como máximo en los 50 y en un mínimo de 40 (a veces 35). A diferencia de nuestra anterior experiencia, jamás se pudo estabilizar la calidad gráfica, por lo mismo que la tarjeta obligaba al equipo a trabajar a marchas forzadas.
La tarjeta gráfica que necesitas si apenas comenzarás a jugar en PC
Si tus ambiciones no son muchas en la experiencia PC Gaming por el momento; pero tampoco quieres sufrir por pésimo framerate o pérdida de calidad visual, la GeForce GTX 1660 Super es la mejor tarjeta para empezar en este mundo.
Podemos decir que sería ideal armar tu máquina alrededor de ella, siempre apuntando a los 16 GB de RAM y un procesador que este entre las dos últimas generaciones; de lo contrario no le podrás sacar todo lo que ofrece.
Por lo mismo no se te ocurra instalarla en un equipo con una configuración mínima recomendada, pues la misma tarjeta mostrará lo obsoleta que puede estar la máquina, haciéndote sufrir a media partida.