'Ghost of Tsushima' llega como el que podría ser el último juego exclusivo del exitoso PS4; un nombramiento fuerte tomando en cuenta que Sony tiene la costumbre de cerrar de gran manera los ciclos generacionales.
Si bien el juego de Sucker Punch está lejos de ser un 'The Last of Us', 'God of War II' o 'Final Fantasy IX'; logra dar una experiencia amena gracias a su sistema de juego adictivo y divertido, enfocado en la acción y exploración. Además de hacer una buena representación de la sociedad y cultura del Japón feudal.
Eso sí, quien busque una experiencia más profunda tal vez se tope con pared, pues el título tiene una historia un tanto floja y falla en algunos aspectos de la creación del mundo. Como siempre, vayamos por partes y veamos a detalle el juego.
La invasión de Mongolia a Japón
La historia de 'Ghost of Tsushima' se ubica en el siglo XIII, durante las invasiones de Mongolia a Japón. Tomamos el control de Jin Sakai, un samurái que sobrevive a la masacre de Komoda, donde los mongoles acabaron con casi todos los clanes de Tsushima y se hicieron con el control de la isla.
Ahora será deber de Jin armar una contra ofensiva para recuperar su hogar, al mismo tiempo que le hará frente al poderoso Kublai Khan; aunque eso signifique romper el estricto código de honor de los guerreros japoneses.
En sí la historia es muy básica; a pesar de estar basada en hechos reales, no se explora más allá de lo necesario. Esto da una trama cliché de buenos (los japoneses), contra malos (los mongoles), donde el elenco es casi intrascendente; fuera de Jin, la ladrona Yuna, el herrero Taka y el Señor Shimura.
Es hasta muy avanzado el juego que la obra comienza a plantear temas como las tácticas de guerra, la figura del héroe, si el fin justifica los medios, y si es el honor vale más que la vida de las personas. Si quieres llegar a esa parte, tendrás que esperar hacer acopio de paciencia y esperar varias horas.
Pelea como guerrero o como fantasma
Ante la historia floja que tenemos, es el gameplay el que se erige como la gran joya del juego, pues se nos da la opción de escoger nuestro propio estilo de batalla, ya sea siguiendo el bushido, atacando de frente a los enemigos, o ser una sombra y acabar con escuadrones por la espalda de manera sigilosa.
Para el primer aspecto tendremos 4 posiciones fundamentales para enfrentar a los adversarios, estas nos proveerán de ciertas ventajas contra un tipo específico de enemigo. Cabe destacar que los ataques viscerales pocas veces funcionarán, deberemos de tener una estrategia basada en una combinación de defensa, esquiva y contraataques.
Por su parte, el estilo sigiloso se basará en herramientas, que si bien no están limitadas a esta forma de "combate", si serán esenciales para el mismo, tal es el caso de las bombas de humo, petardos o dardos envenenados. Sin olvidar habilidades como la detección de enemigos, asesinatos en cadena o desde lugares estratégicos.
Afortunadamente la progresión es la más justa que hayamos visto en juegos modernos, prácticamente todo lo que hagas aumentará tu medidor de leyenda, lo cual se traduce en puntos de habilidad. Si eres un poco dedicado, prácticamente tendrás todo lo esencial para avanzar sin problemas en las primeras horas de juego.
Explora Tsushima a tu antojo
Junto con el gameplay refinado, otra cosa que hace interesante a 'Ghost of Tsushima' es la exploración. Sucker Punch decidió eliminar todos los molestos marcadores de los juegos de mundo abierto, para que el jugador tuviera una experiencia de descubrimiento total.
Como en antaño, te podrás perder a tu antojo para descubrir todos los secretos que esconde la isla, como son los santuarios o aguas termales que aumentan tu vida. Todo esto se hace de manera contextual, poniendo atención a rumores de aldeanos, siguiendo animales e incluso las ráfagas de viento.
Claro que si no eres de los que gustan viajar sin rumbo, siempre tendremos el buen mapa donde podremos señalar nuestro destino; aún así, la intromisión de marcadores será mínima para no romper la inmersión.
Esto hace que la obra tenga un buen equilibrio entre grandes momentos de acción y secciones contemplativas; además de que es una delicia explorar la ambientaciones rurales de este antiguo Japón virtual.
Como ver una película de Kurosawa
Si hay otra cosa que alabar del juego es su aspecto artístico. La obra fue construida bajo un presupuesto cinematográfico, lo que hace que musical y visualmente todo el entramado vaya en ese sentido.
La forma en que cabalgamos, los duelos 1 a 1, las batallas con los jefes e incluso el sistema de detección tienen este talante del séptimo arte, habrá momentos que te recuerden las películas de samuráis de mediados del Siglo XX. No sólo eso, para un mayor deleite, puedes activar la opción de jugar con gráficos a blanco y negro.
No obstante, tanta belleza no es gratuita; el mundo abierto está prácticamente vació, no encontrarás personas o animales en gran parte de tu recorrido, y los que te topes serán los mismos aldeanos, mongoles y osos genéricos en casi todas las zonas de juego.
Asimismo, aunque estás inmerso en bosques, pantanos y montañas nevadas; habrá muchas ocasiones que te topes con llanos sin ningún elemento en pantalla, ni siquiera en el horizonte. Claro, toda esta ausencia ayuda a maximizar los aspectos de desempeño y estéticos; pero no por eso deja de sentirse un tanto plástico en ocasiones.
Un samurái de élite que no llega a ser un daimyo
'Ghost of Tsushima' no es un juego que será recordado por tener una trama profunda y que se meta en la psique del jugador, pues no nos da una visión amplia de lo que significa ser un samurái o las implicaciones de la Invasión Mongola a Japón. Por lo menos no hasta pasados dos tercios del título, como ya les mencionamos.
Tampoco por crear un mundo virtual que se sienta vivo, dicho aspecto palidece si se compara con otros juegos del género, e incluso con obras un tanto lineales como 'God of War'; cuyo desarrollo está más optimizado en ese sentido.
No, la fuerza de este fantasma está en la esencia misma de la aventura, en lo que podemos encontrar en nuestro viaje, en las batallas que libremos y en la cinematografía aplicada al entorno interactivo. En otras palabras, depende totalmente de su fuerza bélica y artística.
Es como un samurái joven, impetuoso de demostrar su valía en la guerra, blandiendo su katana como su fuera un pincel y la sangre su tinta; no obstante, ese mismo impulso no permite que se centre en elementos más técnicos como sería el narrar su propio relato.