Goat Simulator 3 llega de manera inesperada a consolas y PC, luego que el título original tuviera un gran éxito hace 8 años debido a su premisa tan extraña.
Y es que en Goat Simulator 3 somos una cabra que tiene como objetivo hacerle la vida imposible a todo el mundo de una ciudad.
Si bien esto es bastante divertido, a la larga se siente como un chiste viejo que aunque sigue siendo bueno, ya no genera el mismo impacto que la primera vez.
Esto en gran parte debido a que el juego conserva gran parte de los errores técnicos de la primera entrega, que en su momento eran entendibles; pero ahora son una pesadilla.

¿Qué es Goat Simulator 3?
En Goat Simulator 3 tomas el papel de una cabra que es dejada a sus anchas en una ciudad; así sin más, no hay un objetivo en el juego fuera de explorar y causar caos.
Puedes ir por casi todos lados persiguiendo gente, robando cosas y siendo el mayor problema que tienen las personas a su alrededor.
Básicamente no hay un objetivo como tal, tienes la total libertad de abordar el juego como más te guste; aunque hay un par de opciones que te permiten “progresar”.
La primeras son las misiones, las cuales se activan al dirigirte a un punto específico del mapa de Goat Simulator 3; pero no es necesarios que las hagas de inmediato.

Se añadirán a una lista y las puedes completar como mejor te convenga. Sus temáticas serán muy variadas, aunque al final todo se basa en ser una parodia en sí misma.
Además de las misiones, Goat Simulator 3 tiene lo que el juego llama “Instintos”, a los que tienes acceso una vez encuentras estatuas de cabras.
Los Instintos se basan más que nada en completar retos como hacer acrobacias o llegar a un lugar que parece inaccesible.
Más allá de darte una especie de dirección en el juego, estas opciones de gameplay sirven para mejorar tu base, conseguir cosméticos y dinero.

Eso sí, completarlas requerirá de toda tu creatividad y buen humor, pues Goat Simulator 3 se basa en no tomarse en serio a uno mismo.
Si eres rígido en tu manera de jugar, es posible que sufras un poco al principio debido a la premisa del título en cuestión.
¿Cómo es el desempeño de Goat Simulator 3?
El original Goat Simulator era un juego de bajo presupuesto, el cual tenía una gran cantidad de bugs y glitches; sin embargo, esa era parte de su esencia y encanto.
Sin embargo, Goat Simulator 3 es un juego más grande y dedicado para plataformas de lanzamiento relativamente reciente, los bugs y glitches ya no son tan divertidos.
Si bien no se esperaría que Goat Simulator 3 tuviera un desempeño de juego AAA, sí que estuviera lo suficientemente optimizado para dar una buena experiencia.
La realidad es que su desempeño es menos que pobre, afectando en más de una ocasión las partidas, con errores que te sacan completamente del juego, literal y metafóricamente.

Goat Simulator 3 muestra pop-op, gráficos encimados y nuestra cabra en varias ocasiones atravesó paredes o se atoró en muros, lo que obligó a reiniciar la partida.
Si fueran “errores” a propósito, hasta se podría justificar como una manera de rendir tributo al original; pero todo indica que son cosas de un mal desarrollo general.
Esto pesa más cuando vemos el apartado gráfico, que si bien mejoró bastante con respecto al primer Goat Simulator, tampoco es que justifique el que haya tantos errores.
Tampoco hay que olvidar el pésimo control de la cabra, otro “legado” de la primera parte, pues se mantiene ese movimiento irregular en el animal.

En sí, jamás tendrás un control completo de tu cabra en Goat Simulator 3, movimientos tan simples como cambiar de dirección se vuelven toda una odisea.
Lo volvemos a decir, hace 8 años esto era “curioso”, “gracioso”, en 2022 jugando en un Xbox Series X o PS5, es inadmisible por mucho que sea parte del chiste.
¿Vale la pena Goat Simulator 3?
Si tú única razón de vivir es ser una cabra que busca destruir el mundo, entonces olvida todo lo que dijimos hasta ahora y ve por Goat Simulator 3.
El juego te dará justo lo que buscas, siendo una experiencia que a pesar de sus grandes errores, es bastante disfrutable por el humor y el caos generado.
Ahora que si lo tuyo es reírte; pero que al mismo tiempo tus juegos funcionen de la mejor manera, entonces Goat Simulator 3 no es una buena opción.

Como ya dijimos, el título no esta optimizado en casi ningún sentido, arrastrando varios errores de hace 8 años, que te pueden frustrar en más de una ocasión.
Al final del día, Goat Simulator 3 se disfruta dependiendo de qué tan poco (o mucho) estés dispuesto a tomarte las cosas en serio.